(Desde El Cañamelar, Valencia, José Angel Crespo Flor).- Los que amamos la Semana Santa, que en el Marítimo somos mayoría, estamos de enhorabuena porque el pleno del Ayuntamiento ha decidido nombrar a uno de los nuestro, al matador Enrique Ponce, Hijo adoptivo de Valencia 2011. Un titulo que nos honra porque somos muchos los que nos consideramos seguidores de su arte y somos muchos los que hemos disfrutado con su buen hacer en los ruedos. Pues bien, Enrique Ponce, con este nombramiento, nos ha hecho felices porque si por una parte fue el pregonero de la Semana Santa de 2011 por otra hay que decirlo ya, elige el Cañamelar (Hotel las Arenas) cuando viene al Cap y Casal.
Si a todo ello añadimos el hecho de que Enrique Ponce sabe de la existencia del Cristo de los Afligidos, como titular de la Hermandad a la que da nombre y como patrono del barrio que le da culto y lo venera como Señor y Protector: el Cañamelar, estarán de acuerdo conmigo que para los que pertenecemos a la Hermandad esta nominación no viene sino a engrandecer su ya importante y notorio palmarés como profesional del toro, algo que nos orgullece porque, aprovechando su visita a la parroquia Nuestra Señora de los Angeles donde tuvo lugar el pregón, se le hizo llegar una estampa del Cristo de los Afligidos que él, muy religioso por cierto, se la puso en el bolsillo no sin antes besarla instantes antes, cuando la tuvo en sus manos.
PADRENUESTRO Y AVEMARIA DEL TORERO
Tras leerlo en el semanario ALBA y comoquiera que viene que ni pintado a este artículo en el que ponderamos la figura de Enrique Ponce como pregonero de la Semana Santa de 2011 y sobre todo como cristiano, quiero incorporar dos oraciones hasta ahora no conocidas para el gran publico. Se trata del Padrenuestro y Avemaría toreros. Insisto, no ha sido un descubrimiento nuestro sino que se encuentra en el oratorio de la Plaza de Las Ventas de Madrid y fueron escritas por el critico taurinos Herrero Mingorance en 1982. En cierto modo refleja el sentir de quienes encomiendan su faena a Dios y a la Virgen y viene a representar lo que ya sabíamos: los toreros son gentes de fe y gentes que no se arrugan al declarar que creen en Dios y rezan antes de salir a los ruedos. Pero… vamos a lo importante. Vamos a esas oraciones. Lean y mediten. Harán oración y rezarán. Lo mismo que hacen los toreros cuando permanecen en silencio en la capilla antes de enfrentarse al toro y quien sabe si a la vida o a la muerte.
«Padre nuestro que estás en los ruedos, bien rezado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu quite … Hágase mi voluntad, no la del toro, así en el triunfo como en el miedo. La suerte nuestra de cada día, dánosla hoy. No nos dejes caer en las malas tardes y líbranos de daño. Amén.»
«Dios te salve, María, llena eres de consuelo; mi miedo es contigo, bendita Tú eres entre la gente del toro y bendita es la casta de quien también estuvo solo, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los toreros ahora y en la hora de nuestra suerte. Amén.»