El sentido de la fiesta de la Asunción de la Virgen María

El sentido de la fiesta de la Asunción

Adjunto la columna, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” que se emite, por A24, Señal Internacional de Noticias de América, a las 13 horas, de Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, quien en su reflexión televisiva, se refirió a la Fiesta de la Asunción de la Virgen María (15 de Agosto) sosteniendo que “esta fiesta nos hace pensar en el cielo. Nos invita a esperar que el Señor nos asuma a nosotros también en la gloria”.

Tras comentar que a veces pasa “un tanto inadvertida” esta solemnidad es “la fiesta más importante de la Virgen que tenemos en el año litúrgico”. Indicó que “antiguamente más que de asunción se hablaba, sobre todo en oriente, de “la dormición de María” porque “la muerte de la Virgen, nacida sin pecado original, no fue una muerte dolorosa como puede ser la nuestra. María sufrió la muerte mística al pie de la Cruz”.

Luego explicó que “nosotros hablamos de Asunción” y señaló que hay “que distinguir muy bien entre ascensión y asunción… Hablamos de la Ascensión de Jesús al cielo, expresando que la Resurrección culmina en su retorno al Padre (). Nosotros en el Catecismo de nuestra infancia decíamos que Jesucristo subió al cielo por su propio poder; aquí va la diferencia con asunción”. Hablar de Asunción “quiere decir que Ella fue tomada, fue asumida, fue llevada. Esta formulación es pasiva. ¿Quién la lleva? La lleva el Señor. Toda la vida de María está dirigida hacia Dios y por tanto dirigida al Cielo; por eso hablamos de la Asunción de la Santísima Virgen al Cielo”.

Después de esas precisiones catequísticas se preguntó: “¿qué significa para nosotros esta fiesta?” indicando que “esta fiesta nos hace pensar en el cielo. Nos invita a esperar que el Señor nos asuma a nosotros también en la gloria; eso depende del Señor y también depende de nosotros, de nuestra disponibilidad. Por eso podemos admirar la Asunción de María como la orientación, como la señal de un camino. ¿Cual es el sentido de nuestra vida? ¿En qué acaba nuestra vida? No acaba en el cementerio, sino que está destinada a acabar en los brazos del Señor y, más aún, el Bautismo, como fuente de la vida cristiana, está ya encaminándonos a la vida celestial”.

Mons. Héctor Aguer aseguró que “hoy día pensamos poco en esto porque el ritmo de vida que se lleva es muchas veces agobiante, estamos tan cansados y, además, estamos muy pegados al suelo, porque tenemos que atender cosas graves, serias y urgentes, y obviamente no vivimos en la luna. Sucede entonces que podemos olvidar esta perspectiva de nuestro ser cristiano y de nuestra propia humanidad”.

“Así que pidámosle a la Virgen que nos ayude a comprender bien el sentido de esta fiesta, de modo que tenga algún efecto en nosotros. Cada año esperemos el 15 de agosto con esta intención: unirnos a María para estar cerca del Señor y para poder participar, de algún modo, en ese deseo esperanzado del Cielo”, culminó.
Adjuntamos el texto completo de las declaraciones de Mons. HÉCTOR AGUER, Arzobispo de La Plata, en su tradicional COLUMNA en el programa. Con el afecto y gratitud de siempre…

Héctor TITO GARABAL
«CLAVES para un MUNDO MEJOR»
Noticiero de Canal 9 Argentina
Director de Prensa de la UCALP
www.areopago.org.ar


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