(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor).- El sacerdote cubano Olbier Antonio Hernández Carbonell hasta hace poco vicario parroquial de Nuestra Señora del Rosario del Cañamelar , ha quedado definitivamente incardinado como adscrito a la parroquia de Santa María del Mar del Grao cuyo párroco, el sacerdote valenciano Antonio Díaz Tortajada lo ha acogido con los brazos abiertos conocedor de las muchas cualidades que adornan a este joven sacerdote de tan solo 34 años de edad y, por lo tanto, con ideas renovadoras de lo que tiene que ser la pastoral de este inicio del siglo XXI.
En realidad Olbier no es ningún desconocido para la feligresía del Grao pues en una anterior estancia, mientras estaba en el Rosario, se ocupó, desde la muerte de D. Salvador Marqués hasta la llegada de D. Antonio Díaz Tortajada de compaginar sus tareas pastorales en El Rosario con la misa diaria en Santa María del Mar. Aquello ya marcaría a Olbier pero lo que definitivamente marcó a Olbier fue el novenario que realizó el pasado año al Santísimo Cristo del Grao. Novenario en la que la feligresía del Grao descubrió a un orador moderno, que hablaba directo y sobre todo, no se andaba por las ramas. Fue un novenario, al decir de la gente, muy bien preparado y que caló entre la gente del Grao. Un novenario en suma que no todos los sacerdotes del Marítimo pueden decir que lo han hecho.
A partir de ahora, con nombramiento firmado por el propio arzobispo de Valencia Mons. Carlos Osoro, se puede decir que la parroquia Santa María del Mar acoge a un sacerdote joven, con ilusión y, sobre todo, con muchas iniciativas por lo que se puede decir que a la ‘Catedral del Grao’ le ha salido ‘uno de los buenos premios de la loteria’ aunque en realidad ya le había tocado ‘el gordo’ cuando el anterior arzobispo de Valencia y hoy cardenal, mons. Agustín Garcia – Gasco Vicente designó a Antonio Díaz Tortajada para hacerse cargo de la parroquia ante el fallecimiento de Salvador Marqués. ¿Que quiero decir con ello?. Sencilla y llanamente que Santa María del Mar tiene a dos estupendos sacerdotes que van a trabajar juntos, se van a ayudar mutuamente y lo mejor de todo, va a ganar la feligresía lo que, con los tiempos que corren, es muy importante. Con la incorporación de Olbier a Santa María del Mar se puede decir que esta parroquia ha dejado de ser la «catedral del Grao » para convertirse en la «catedral de todo el Marítimo».
Les dejo ahora con la carta que ha redactado Antonio Díaz Tortajada en calidad de párroco para presentar desde la Hoja Parroquia de Aleluya a quien, desde ya, es sacerdote adscrito a la Comunidad parroquial del Grao: Olbier Antonio Hernández Carbonell
CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD DE SANTA MARIA DEL MAR
Queridos hermanos:
Dos informaciones deseos comunicaros a través de esta carta abierta. En primer lugar la enfermedad del reverendo don José Ballesteros, y en segundo lugar, la incorporación a las tareas pastorales de la comunidad de Santa María del reverendo don Olbier Antonio Hernández Carbonell, sacerdote cubano.
Tal vez hayáis notado la ausencia de don José Ballesteros de las actividades de la Comunidad Parroquial. Son dos largos meses de ausencia de la Parroquia. Dos meses que nuestro querido don José esta en el lecho de la enfermedad, del dolor y de los achaques.
La enfermedad es una de las situaciones más preocupantes para el hombre y en tanto generadora de grandes angustias, tanto si a nosotros nos atañe o a familiares o amigos.
El hombre desde siempre ha buscado alguna forma de liberarse de la enfermedad, dirigiéndose a los conocimientos y avances médicos y rogando a nuestro Dios Padre, que nos alivie. Una de las cosas que más nos cuesta entender, es por qué estamos enfermos, y muchas veces nos preguntamos “¿Señor por qué a mí?”.
Os invito, pues, ante la enfermedad de don José Ballesteros a elevar oraciones a Dios nuestro Padre, Señor de la Vida y consuelo en la enfermedad para que le dé fortaleza para vivir este camino de dolor y pasión, pidiendo al Señor, que a pesar de su edad pueda incorporarse muy pronto a su actividad sacerdotal en la Parroquia.
La otra cara de la moneda es que el reverendo Olbier Antonio Hernández Carbonell, sacerdote cubano de la diócesis de Holguín ha sido nombrado, con fecha 20 de enero, por el arzobispo de Valencia don Carlos Osoro Sierra sacerdote adscrito a la parroquia de Santa María del Mar.
Olbier es un sacerdote joven, de 33 años, dinámico y servicial. Estudió en el Seminario San Carlos y san Ambrosio de La Habana. Ha desarrollado diversas actividades pastorales en su diócesis. En la actualidad está estudiando Ciencias Políticas, después de haber estudiado Teología en la Facultad San Vicente Ferrer, en la universidad CEU San Pablo-Universidad Cardenal Herrera Oria.
A nuestra Comunidad Parroquial dedicará su trabajo pastoral –el que le deje sus estudios—y con él podemos contar como un sacerdote más de la Parroquia que se une a las tareas pastorales de don José Ballesteros y a las mías.
Al notificarme la noticia el señor Arzobispo don Carlos Osoro de la incorporación de Olbier a las tareas pastorales de Santa María del Mar, en nombre de la comunidad Parroquial, le he expresado mi cariño de hermano y compañero sacerdote y el de don José, así como el de toda la Comunidad.
Olbier ya conoce esta Comunidad por la proximidad de donde procede: Parroquia de Nuestra Señora del Rosario.
Esperamos que aunque esté lejos de su tierra deseamos que se encuentres como en su segunda casa; los hombres y mujeres del Grao le manifiestan su agradecimiento por su presencia y le invitamos a caminar con nosotros por estos caminos difíciles de la evangelización cristiana. Bienvenido sea quien viene en nombre del Señor.
Un abrazo a todos.
Antonio DÍAZ TORTAJADA
Párroco
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