A Francisco le ha conmovido la muerte de siete inmigrantes clandestinos a mediados de junio. Tras un naufragio en medio del mar, se agarraron a una red para criar atunes. Pero el barco cortó las cuerdas y los dejó morir.
Por eso, el lunes 8 de julio el Papa visitará la isla de Lampedusa, en el sur de Italia, para saludar a los supervivientes y a otros prófugos. Francisco lanzará un ramo de flores al mar para recordar a los emigrantes ilegales fallecidos en el Mediterráneo.