Benedicto XVI viajará el 6 de noviembre a Santiago de Compostela, donde participará como «peregrino de la fe» en el Año Santo Jubilar, y el día siguiente bendecirá la Sagrada Familia, obra de Gaudí, de Barcelona.
Ésta será la segunda visita a España desde que fuera elegido Papa en 2005. La primera fue en julio de 2006 con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia. Por otra parte está previsto que el Papa presida en Madrid en agosto de 2011 la Jornada Mundial de la Juventud.
El arzobispo de Barcelona, Cardenal Lluís Martínez Sistach, dio a conocer que tras la invitación, el Papa aceptó presidir la consagración de la Iglesia de la Sagrada Familia.
En conferencia de prensa, el purpurado consideró que esta noticia «tiene una dimensión mundial por tratarse, en primer lugar, de la visita del Santo Padre que siempre tiene este eco, y en segundo lugar, por venir a consagrar el Templo de la Sagrada Familia que es un monumento religioso patrimonio de la humanidad, obra del arquitecto Antonio Gaudí que tiene la causa de beatificación introducida en Roma».
Este templo, continuó, es «conocido en todo el mundo y visitado por millones de personas de todos los países de los cinco continentes, y es la iglesia más importante por su significación artística que se construye en el mundo».
Tras comentar que esta visita del Santo Padre «confirmará nuestra fe, fortalecerá nuestra esperanza e impulsará nuestra caridad», el arzobispo catalán destacó que «la presencia del Papa en la consagración de este Templo de la Sagrada Familia manifiesta la importancia que tiene el matrimonio y la familia para el bien de las personas, de la Iglesia y de la sociedad, y cómo se debe trabajar al servicio de la defensa y ayuda a las familias».
El cardenal Martínez Sistach informó que Benedicto XVI también llegará el sábado 6 de noviembre a «Santiago de Compostela con motivo de la celebración del Año Santo».
Al respecto, el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio Barrio, agradeció al Pontífice, a través de Radio Vaticano, «por haber querido venir a Santiago como un peregrino de la fe, dando testimonio de Cristo resucitado. Para nosotros es verdaderamente una gran alegría poder recibir al Santo Padre. Esto sin duda nos ayudará a todos a animar nuestra esperanza cristiana en un momento en el que verdaderamente necesitamos de este impulso espiritual. El momento que estamos viviendo no es fácil».+