Marisa nos envía este escrito realizado para concienciarse, animar a una sociedad, de reflexión, en este tiempo de pandemia y de vivir confinados en nuestros hogares.
El enigma de la resiliencia aprendida
Tiempo de soledad, de reflexión,
emocionalmente se necesita,
para encontrarse con uno mismo/a,
solucionar barreras de nuestra alma,
miedos, decepciones, sueños,
ver otra óptica de la vida,
desde fuera, no desde dentro,
tu yo interior te llama, habla,
es normal y apropiado vivir esta fase,
necesitamos regeneración cómo la tierra hace,
aunque cueste creerlo,
para navegar a un rumbo fijo por muchos contratiempos,
contradicciones del tiempo
y el corazón que te ama sabe esperar,
cómo el árbol que te da sombra año tras año,
espera tu ciclo de vuelta porque cree en tí,
destino no resuelto,
remolino que busca respuesta,
se eleva llevándose a su paso lo que encuentra,
y en esa devastación, comprendamos,
la espiral ha escudriñado la raíz de nuestros sentidos,
poco queda ya, en tiempo de soledad,
ver el despertar, la solución,
todo tiene una segunda oportunidad,
el dolor, decepción se atenúa,
el alma enamorada desea luchar
por su otro yo hallándose en la distancia,
corto camino para tan esperado encuentro,
si renacido, ha comprendido el lugar de lo vivido
y anhela el cobijo conmigo,
gran tiempo de soledad, aclara el alma,
y aclarada galopa sin cesar,
luchando por lo que amas,
el camino es largo y estrecho,
pero el aprendizaje de lo respirado es merecido.
María Luisa Yeste López