Una hora después de que concluyera la tercera congregación general el cardenal de Boston, Sean O’Malley, dijo que le gustaría seguir usando el hábito capuchino hasta su muerte.
Cuando le preguntaron si lo sustituiría por la sotana blanca en el caso de ser elegido Papa, O’Malley aseguró que no, pero no como un acto de rebeldía.