El barco de la paz
El capitán del Barco de la Paz, el cántabro Vital Alsar dijo de Mons. D. Carlos Osoro:»El arzobispo es una gran persona. Seguro que va a cuajar en Valencia».
(José Ángel Crespo, texto. Fotos de J. A. Crespo y M. Guallart).
El capitán del barco de la paz ‘Zamnán’ que atracó en La Marina Juan Carlos I el pasado domingo y que está realizando la travesía México – Grecia, el navegante cántabro Vital Alsar señaló del arzobispo de Valencia su paisano Mons. Carlos Osoro, que giró una amplia visita a esta embarcación el pasado lunes y bendijo el barco, que «se trata de una gran persona y un muy buen pastor.
Habéis tenido mucha suerte los valencianos en que Benedicto XVI os lo haya entregado. Estoy seguro que va a cuajar en Valencia y va a hacer grandes cosas».
El capitán fue más lejos al señalar que «lo conozco bien de Cantabria. Somos paisanos. Él estaba cerca del obispo que era muy amigo mío y entablamos una bonita amistad. Estoy seguro que Mons. Carlos Osoro va a hacer grandes cosas en Valencia. Se trata de una persona muy dinámica, con facilidad para estar donde hay que estar y con ganas de trabajar.
Estoy muy satisfecho de que subiera al barco, que lo viese todo, que cogiera el timón, porque va a dirigir a la iglesia que peregrina en valencia, y que bendijera al barco y a los tripulantes. Eso nos da fuerzas para continuar con la travesía que estamos haciendo y es un acicate para hacer posible que un día, no muy tarde, reine la paz en el mundo. Pero la paz, con mayúsculas y con la boca grande, no con minúsculas y la boca pequeña. Tiene que ser una paz duradera y una paz consensuada por todos los gobiernos».
El propio capitán de la embarcación nos descubrió un pequeño secreto «desde que salimos de México , el arzobispo de Valencia ha sido el primero que se ha subido al barco y, por lo tanto, el primero en bendecirlo. Antes lo había hecho el padre Ángel, de Mensajeros de la paz, pero como arzobispo, el de ustedes, mi paisano, ha sido el primero por lo que la alegría es mucho mayor, porque lo conozco, porque es paisano y porque ha ratificado lo que ya sabía y me habían dicho: es una gran persona y un muy buen pastor. Debéis de dar las gracias al papa por haberlo enviado a esta diócesis».
Estas manifestaciones nos la dijo instantes antes de zarpar y tras obsequiarle con una estampa de la Virgen del Rosario, titular del templo del Cañamelar y patrona del grupo de Oración «Santo Rosario del Cañamelar»; la Encíclica de Juan Pablo II, «El Rosario de la Virgen María» y un rosario misionero, como recuerdo de su estancia entre nosotros. Previamente le habíamos dado una Paloma de la Paz y una figura de cofrade, símbolos todos estos de la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos de El Cañamelar que celebra este año el 80 aniversario de su primera salida oficial. Una vez más la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos y el Grupo de Oración «Santo Rosario del Cañamelar» habían estado donde tenían que estar para que el barco, la tripulación y su capitán se llevasen de Valencia unos recuerdos que, a buen seguro, le van a servir de mucha ayuda para el resto de travesía».