(Desde El Cañamelar Valencia, José Angel Crespo Flor).- La casualidad ha querido que descubriésemos un dato que no lo queremos ni obviar ni que se quede en el ‘baúl de los recuerdos’. Y este dato no es otro que este: el 22 de 0ctubre de 1903, el recordado Padre Luis Navarro Oliver tomó posesión de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, hasta entonces había sido un templo dependiente de Santo Tomás de Valencia. Hoy, 22 de octubre de 2011, ha hecho por lo tanto 108 años de aquella efemérides.
De nuevo vuelve a ser la Hermandad del Cristo de los Afligidos la pionera en rescatar y destacar estas efemérides. Una efemérides que este año se enmarca en ese centenario de su fallecimiento que este colectivo está celebrando a lo largo de un año, el 2011, que la Hermandad ni puede ni debe olvidar por lo que ha sido y ha representado el pare Lluis Navarro en la historia de este colectivo y en la parroquia Nuestra Señora del Rosario del Cañamelar. Un 22 de octubre en definitiva que coincide con la primera misa que se realiza en honor al beato Juan Pablo II por lo que, a partir de ahora, se recordará al papa Grande y al día en que el pare Lluis Navarro entró oficialmente a presidir la parroquia Nuestra Señora del Rosario una vez quedó desligada de santo Tomás
No estaría nada mal que cada 22 de octubre se recordase su entrada como párroco del Rosario. Y es que siempre se ha dicho que de bien nacidos es ser agradecidos y un modo de mostrar ese agradecimiento es perpetuar, con una misa, el día de su entrada como responsable parroquial del Cañamelar.
Cierto que la gente, ni los más veteranos, se acuerdan de este hecho pero no es menos cierto que al padre Luis Navarro se le asocia siempre con el cólera de 1885 que sufrió Valencia y con ella el Marítimo y con esa primera salida del Cristo de los Afligidos por las calles del Cañamelar para llevar consuelo y esperanza a las familias afectadas por aquella terrible epidemia que sembró de llanto, dolor y muerte a muchos vecinos del barrio.
Pero hay que volver a referirnos al padre Luis Navarro. Volver al motivo del presente comentario, para indicar que el citado sacerdote se encuentra en posesión de la Medalla de la Beneficencia como bien se puede observar en la foto del nicho que guarda sus restos mortales en el Cementerio del Cabañal y tiene calle propia en el barrio lo que, desde luego, habla a las claras de su fructífera estancia en el Marítimo y, en concreto, en la parroquia Nuestra Señora del Rosario. Este detalle, el de la calle, y otro detalle, la foto que se encuentra en el Local Social de la Hermandad del Cristo de los Afligidos, hacen del paso de este sacerdote por el Cañamelar algo presente y actual pese al tiempo transcurrido. (Ver este y otros temas del mismo autor en: apuntesdelcanyamelar.blogspot.com)