El sacerdote cubano, adscrito a ese templo, Olbier Antonio Hernández Carbonell, tras solicitar el pertinente permiso al párroco Antonio Díaz Tortajada, quien, dicho sea de paso, puso todas las facilidades para posibilitar esa Acción de Gracias que es toda Eucaristía, ha puesto fecha para la celebración «será el 14 de marzo, a las 19:30. Se ha buscado esa fecha para que los cubanos que lo deseen puedan asistir a Misa y tributar, con su presencia, ese homenaje a uno de los nuestros, a Orlando Zapata. Al mismo tiempo rezaremos por tantos y tantos compatriotas nuestros que están en las cárceles sometidos a todo tipo de vejaciones y lo más importante, privados de libertad solo por no pensar como el gobierno quiere y dicta».
Olbier aún recuerda las palabras de Juan Pablo II cuando visitó la Isla. «Fueron como un aldabonazo a nuestras conciencias. Esa frase de «que Cuba se abra al Mundo y que el Mundo se abra a Cuba» todavía resuenan en los que tuvimos la suerte de estar allí, junto a Juan Pablo II. Y esa misma frase es la que nos hace resistir al cubano a plantar cara y no doblegarse aunque con ello podamos morir como Orlando pero su testimonio está ahí, su bandera sigue ondeando y estoy convencido que su sacrificio no va a ser inutil. Orlando es uno de los nuevos mártires de Cuba».
El sacerdote cubano, muy sensible con todo lo cubano, solicita a sus compatriotas que ese día se acercarán a la Catedral del Grao a que «pongamos nuestra fe y nuestra mirada en el Cristo del Grao, en la Asunción de María a los Cielos, titulares de esta parroquia y en la Virgen de la Caridad del Cobre, nuestra Reina y Patrona. Estoy convencido que el poder de la oración hará que no nos dobleguemos y que vivamos pensando en una Cuba, sin presiones políticas, donde el pensamiento sea libre y donde todos puedan trabajar para subsistir primero y luego poder tener las comodidades que todo ser humano tiene derecho a tenerlas. Ese estribillo que tanta emoción produce a los feligreses de esta parroquia «‘Als teus fills no desampares Santisim Cristo del Grau’ bien lo podemos hacer nuestro porque la Iglesia no tiene horizontes y porque, en cierta manera, los cubanos podemos también considerarnos como hijos del Cristo del Grao por esa universalidad de la Iglesia de la que antes hablé».
«Ademas – prosigue Olbier – existe un cierto paralelismo entre el Cristo del Grao y la Virgen de la Caridad del Cobre. El Cristo del Grao llegó frotando sobre una cruz y a la Virgen de la Caridad del Cobre la encontraron frotando sobre una tabla. ¡Qué mayor paralelismo para que ese día, el 14 de marzo, nos unamos todos, nos reunamos en Santa María del Mar y pongamos nuestro corazón de cubanos en el mismo altar donde se actualiza el sacrificio del mismo Jesucristo».