Domingo 29 del tiempo ordinario – Ciclo A
RELIGIÓN Y POLÍTICA
Nunca han sido fáciles las relaciones entre fe y política. Unas veces son los políticos los que tratan de utilizar lo religioso para defender su propia causa y otras es la Iglesia la que pretende servirse de ellos para sus propios intereses.
La palabra de Dios sobre este asunto nos dice que el proyecto del reino de Dios que pone en marcha Jesús busca impulsar una transformación profunda en la convivencia humana que promueva el bien común en la sociedad.
Sin embargo, Jesús no utiliza el poder para llevar adelante su proyecto, porque tiene muy claro que el reino de Dios no se impone por el poder, la fuerza o la coacción, sino que penetra en la sociedad por la siembra y la acogida de valores como la justicia, la solidaridad o la defensa de los débiles.
Cuando Jesús dice: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” no está haciendo una separación entre política y religión, como si la primera se ocupara de los problemas terrenos y la segunda solo de lo espiritual.
La respuesta de Jesús es para decirnos que Dios ha creado al ser humano a su imagen y semejanza por lo que su dignidad de hijos de Dios no debe quedar sometida a ningún César.
El político cristiano no ha de utilizar nunca a Dios para legitimar sus posturas partidistas; la fe cristiana no se identifica con ninguna opción de partido.
El evangelio le ofrece al político cristiano una inspiración, una visión de la persona y unos valores que pueden orientar y estimular su quehacer.
El gran reto para él es cómo hacer políticamente operativos en la vida pública esos valores que defiendan al ser humano de cuanto lo pueda deshumanizar.
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA
1ª LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías 45,1. 4-6
Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano:
– Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes,
abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán.
Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías.
Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor y no hay otro.
Palabra de Dios.
Sal 95, 1 y 3. 4-5. 7-8. 9-10a y c
R. Aclamad la gloria y el poder del Señor.
- cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R: - y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R: - aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R: - tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente». R:
2ª LECTURA
Lectura de la 1ª carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1,1-5b
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz.
Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones.
Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor.
Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda, como muy bien sabéis. Principio del formulario
Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El apóstol Pablo escribe una carta a la Iglesia de Tesalónica agradeciendo a Dios que la fe sembrada en la comunidad haya producido muy buenos frutos, a pesar de las dificultades y de las persecuciones sufridas.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 22,15-21
En aquel tiempo, los fariseos se retiraron y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta.
Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron:
– Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no te fijas en las apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:
– ¡Hipócritas!, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.
Le presentaron un denario. Él les preguntó:
– ¿De quién son esta cara y esta inscripción?
Le respondieron:
– Del César.
Entonces les replicó:
– Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Palabra de Dios
COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO
La actitud de Jesús, manifestada en la respuesta que da a los fariseos, radica en conjugar la opción social de pagar el impuesto al César con la opción religiosa de fidelidad a Dios que implica una total e íntegra dedicación a quien es, verdaderamente, el único Señor.
Jesús solamente manifiesta que los ciudadanos tienen unas obligaciones como miembros de una sociedad y, como seres humanos pertenecen a Dios sea cual fuere su condición y situación como ciudadanos.
PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
SOMOS DE DIOS Y DE NADIE MÁS
«Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Pocas palabras de Jesús habrán sido tan citadas como éstas y ninguna, tal vez, más distorsionada desde intereses muy ajenos a Jesús que vivió totalmente dedicado a los olvidados, empobrecidos y excluidos por Roma.
Jesús vive totalmente entregado a preparar el «camino de Dios» para que nazca una sociedad más justa. No está al servicio del emperador de Roma, ha entrado en la dinámica del reino de Dios para hacer posible la justicia de Dios entre sus hijos e hijas.
Cuando Jesús dice: «Pagad al Cesar lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios», no está pensando en Dios y el César como dos poderes que pueden exigir cada uno sus derechos a sus súbditos.
Como judío fiel, sabe que a Dios le pertenece «la tierra y todo lo que contiene, el orbe y todos sus habitantes»
Quien entra en la dinámica del reino de Dios ha de saber que los pobres le pertenecen sólo a Dios, son sus hijos predilectos. Nadie ha de abusar de ellos. Esto es lo que Jesús enseña «conforme a la verdad».
Domingo 29 del tiempo ordinario
NO IMPONER, SINO SERVIR
En las Iglesias pueden darse dos clases de religión: la “religión de autoridad” y la “religión de llamada”. La “religión de autoridad” es la que dice ofrecer certezas absolutas y estructuras seguras, al tiempo que exige de sus miembros obediencia y sometimiento a prescripciones a veces minuciosas.
Además, cuando esta clase de religión se instala mayoritariamente en una sociedad, trata de influir y dominar para impedir que se tome una orientación opuesta o ajena a sus dogmas religiosos.
Esta religión, endurecida en torno al principio de autoridad, no ayuda a la maduración personal de sus fieles. Al contrario, corre el riesgo de aprisionarlos en doctrinas y prácticas que solo se viven a medias, incluso cuando la adhesión a la doctrina parece ferviente y la observancia de la ley rigurosa.
La “religión de llamada” es diferente. No impone una doctrina, sino que propone un camino de salvación. No dictamina, sólo llama e invita. No entiende su actuación como un ejercicio de poder, sino como un servicio. No pretende someter a nadie con coacciones. Se pone más bien al servicio del ser humano para invitarlo a buscar en Dios su vida plena.
Jesús entiende toda su actuación como un servicio. Sus seguidores no han de dominar ni oprimir. Han de servir como él mismo, que “no ha venido para ser servido, sino para servir”. Cristo es llamada, ofrecimiento, semilla, fermento, pero nunca imposición.
En la Iglesia hemos de corregir lo que hay de imposición no evangélica para adoptar una actitud total de servicio, entendido como servicio humanizador al hombre desvalido de todos los tiempos.
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA
1ª LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías 53,10-11
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años; lo que el Señor quiere prosperará por sus manos.
A causa de los trabajos de su alma, verá y se hartará, con lo aprendido mi Siervo justificará a muchos, cargando con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 1ª LECTURA
El profeta nos presenta en este cuarto canto al siervo de Yahvé. Pasará por sufrimientos desmesurados a causa de los delitos ajenos; sufrirá un proceso injusto y una muerte ignominiosa. Pero todo responde a un designio salvador de Dios, aceptado voluntariamente por el siervo.
SALMO
Sal 32, 4-5. 18-19. 20 y 22
R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
- Aclamad, justos, al Señor, que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. R: - Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R: - Nosotros aguardamos al Señor:
Él es nuestro auxilio y nuestro escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R:
2ª LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos 4,14-16
Hermanos:
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El autor de la carta a los Hebreos nos presenta a Jesucristo como Sumo Sacerdote del pueblo redimido.
Como sacerdote, será puente que une al hombre con Dios; el puente por el que pasa el pecado y la pobreza de los hombres hacia Dios, y la misericordia y el perdón que vienen de Dios hacia los hombres.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,35-45
En aquel tiempo [se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
– Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.
Les preguntó:
– ¿Qué queréis que haga por vosotros?
Contestaron:
– Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Jesús replicó:
– No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?
Contestaron:
– Lo somos.
Jesús les dijo:
– El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.]
Jesús, reuniéndolos, les dijo: – Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.
Palabra de Dios
COMENTARIO AL EVANGELIO Santiago y Juan, discípulos de Jesús, a pesar de las enseñanzas que les ha transmitido siguen pensando en un «mesianismo humano y terreno» y le piden ser los primeros de la lista en su Reino. Jesús se ve obligado, una vez más, a reiterar que los primeros puestos en el Reino se consiguen pasando por la cruz, que en la comunidad cristiana ha de prevalecer «el servicio» en quien quiera ser el primero. El seguidor de Jesús cuando tiene un espíritu de acogida, de servicio, de generosidad con los demás, está ganando puestos en el Reino. |
PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
EL SEGUIDOR DE JESÚS DEBE ESTAR DISPUESTO AL SERVICIO
Jesús, a la petición que le hacen los hijos del Zebedeo, responde de forma contundente: ¡No sabéis lo que pedís!. La petición de los dos discípulos trasluce el deseo de ser el más importante, el primero, de mandar más y estar sobre los demás. Jesús pone las cosas en su sitio.
Es posible que nuestra actitud ante el Señor en nuestra oración de petición también refleje cierta exigencia, cierta prepotencia y egoísmo, de forma que cuando creemos que no nos concede lo que le pedimos le echamos las culpas del mal que nos pasa y nos alejamos de Él.
En nuestra oración al Señor tal vez nos falta humildad, paciencia y confianza en el Dios que nos sostiene.
Otra cuestión que se plantea en este Evangelio es que para Jesús el primero, el más importante es el que se pone al servicio de los demás, un servicio hecho con amor, el primero y más importante para Jesús es el que siempre está dispuesto y disponible para el servicio, poniendo su corazón y toda su bondad en cada una de sus palabras y de sus obras haciendo presente el amor de Dios en medio de sus hijos queridos.