En la década de los 70, en pleno régimen comunista en Polonia, un sacerdote alzó su voz por la libertad, la democracia y los derechos humanos. Se convirtió en el director espiritual de muchos trabajadores, sus homlías eran emitadas por una radio contraria al régimen y fue uno de los líderes del sindicato ‘Solidaridad’. Se llamaba Jerzy