La poblaciones cristiana en Iraq, Mosul, ha disminuido de casi 35.000 a unos 3.000 cristianos. Los ataques sistemáticos, como el bombardeo
de 2004 contra la residencia del obispo caldeo, han dejado en ruinas a esta
antigua comunidad cristiana, presente en Mosul desde el siglo I de nuestra era, mucho antes de la llegada del Islam.
Muchos cristianos han muerto por su fe en Mosul. Entre estos, un joven sacerdote, el padre Ragheed Ganni, asesinado a tiros en 2007 no lejos
de su iglesia. Y el arzobispo de la iglesia católica caldea, Paulos Faraj Rahho, quien fue raptado y asesinado por los extremistas
islámicos en marzo de 2008.