Dinámica de grupo con niños para el miércoles de ceniza
CELEBRACIÓN MIÉRCOLES de CENIZA | DINÁMICA de GRUPO
Dinámica: un Corazón al 100%
Cuento: “el corazón más hermoso”.
(Una historia que nos enseña a entregarlo todo sin esperar nada a cambio)
Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el
corazón más hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su
corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas ni rasguños.
Coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto. Al verse admirado el joven sé sintió más orgulloso aun, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.
De pronto un anciano se acercó y dijo: ¿Por qué dices eso, si tu corazón no es tan hermoso
como el mío? Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron
que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas
donde faltaban trozos y estos habían sido reemplazados por otros que no correspondían,
pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor.
Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos. La mirada de la gente se sobrecogió, ¿Cómo puede decir él que su corazón es más hermoso?, pensaron…
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír.
«Debes estar bromeando», dijo. «Comparar tu corazón con el mío… El mío es perfecto. En
cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor.»»Es cierto,» dijo el anciano, «tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo… Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor.
Arranqué trozos de mí corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado.
Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que
quedó abierto.
Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido.»
«Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa
persona no me ofreció un poco del suyo a cambio.
De ahí quedaron los huecos – dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado materiales para la Celebración de la Imposición de la Ceniza abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día tal vez regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón.» – «¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?».
El joven permaneció en silencio, corrían lágrimas por sus mejillas. Se acercó al anciano,
arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo
colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con
él tapó la herida abierta del joven.
La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.
El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes,
porque el amor del anciano fluía en su interior.
Y tu corazón… ¿cómo es? Video: “El sembrador” (Valiván)
Ideas para la homilía / explicación
Dios ha sembrado en nosotros la semilla, que es nuestro corazón y tiene una ilusión
enorme en que demos el 100%. Pero a veces nosotros no le ayudamos. Nos conformamos
con dar muy poco. Cada vez que se saca a un niño se le pone un corazón en el pecho con
10%, 15%, 17% y 20% en los primeros casos y 100% en los segundos casos.
Conozco a algunos niños:
• Chico estudioso, de buenas notas, pero que nunca ayuda en su equipo cooperativo. • Chica deportista, que gana las carreras y se esfuerza mucho, pero jamás se para a
pensar ni a rezar.
• Chico divertido, que siempre está sonriendo y gastando bromas, pero en casa nunca
ayuda.
• Chica que a todos les gusta jugar con ella porque tiene buenas ideas, pero siempre
hay que jugar a lo que ella dice y es una protestona en clase.
Conozco también a otros niños:
• Chico silencioso, trabajador y le cuestan los estudios, pero siempre ayudan en clase. • Chica que a veces está sola en el patio, pero el primer día de clase acogió a la niña
nueva.
• Chico que le gusta saludar por las mañana con una sonrisa y está muy atento en la
oración de la mañana.
• Chica que le gustaría ir a un cumple que le han invitado, pero decide ir a visitar a
sus abuelos enfermos.
El corazón de los primeros es como el del joven que no está usado, no tiene rasguños, es
perfecto porque no se ha entregado.
En cambio el corazón de los segundos tiene huecos,
está usado, no es perfecto porque se ha entregado al 100%. En ambos el sembrador ha
sembrado igual y tiene la ilusión de que se entreguen al 100% y es lo que nos pide Jesús
para esta cuaresma.
Cuando se nos impone la ceniza se nos dice conviértete, entrégate al
100% y cambia el corazón.