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Devotos de la Blanca Paloma procedentes de Andalucía, Madrid, Aragón y Cataluña han participado hoy en el santuario de Torreciudad (Huesca) en la 21ª Peregrinación del Rocío.

Con la Virgen del Rocío en Torreciudad

Los cantos, palmas y «vivas» a la Virgen del Rocío se sucedieron a lo largo de un encuentro que ofreció al resto de visitantes una buena muestra de la característica alegría andaluza.

 

Los peregrinos se concentraron en El Tozal e iniciaron a pie el recorrido de 4 kilómetros hasta el santuario con los estandartes rocieros llamados «Simpecados» y rezando el Rosario. “No es como el Camino del Rocío, pero hemos podido vivir su mismo espíritu», dijo Carlos Hidalgo, presidente de la Asociación Amigos Rocieros de Torreciudad en Sevilla, la entidad organizadora de la jornada. En la entrada del santuario les esperaba la imagen de la Virgen, a la que portaron en andas entre avemarías y canciones acompañadas por guitarras y tambores. El bandeo de campanas resonó durante la procesión hasta el interior de la iglesia. Después se celebró la misa en la que los cantos litúrgicos corrieron a cargo del Coro «Marisma» de la Casa Cultural «Andalucía» de Reus (Tarragona), y finalizaron entonando la popular «Salve rociera». Tras la comida de hermandad en la explanada se sucedieron diversos bailes y canciones. Por la tarde los peregrinos recibieron la Bendición con el Santísimo y despidieron a la imagen de la Virgen del Rocío, que regresaba a su lugar en la galería de advocaciones marianas del santuario. Participaron también en la peregrinación la Casa de Andalucía de Lérida, la Asociación Cultural “Amigos de Andalucía” de El Salvador (Tarragona), familias del colegio Tajamar de Madrid, y grupos de devotos residentes en los pueblos alrededor del santuario.

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