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Segundo domingo de Cuaresma

Reflexión del evangelio para el II domingo de Cuaresma

Descarga: Comentario al evangelio del II Domingo de Cuaresma – Ciclo A

ESCUCHAR A JESÚS

El centro del relato de “La transfiguración de Jesús” lo ocupa la Voz, símbolo de la presencia siempre misteriosa de Dios que se nos manifiesta. La Voz dice: “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo”.

Solo Jesús es el Hijo querido de Dios y su voluntad es que lo escuchemos y establezcamos una verdadera relación con Él. Al término de su transfiguración Jesús se acerca a sus discípulos y, tocándolos, les dice: ¡Levantaos! ¡No tengáis miedo!

Posiblemente haya muchas personas que se llaman cristianos y solo conocen a Jesús por algunos recuerdos e impresiones de la infancia, viven sin escuchar en su interior a Jesús y, sin esa experiencia, no es posible conocer su fuerza para alentar y sostener nuestra vida.

Cuando un creyente se detiene a escuchar en silencio a Jesús, en el interior de su conciencia, escucha siempre algo como esto: “No tengas miedo. Abandónate con toda sencillez en el misterio de Dios, no te inquietes.

Si me escuchas, descubrirás que el amor de Dios consiste en estar siempre perdonándote y, si crees esto, tu vida cambiará. Conocerás la paz del corazón”. Jesús llama a la puerta de nuestro corazón. Lo podemos dejar entrar o podemos rechazarlo. Pero sabemos muy bien que no es lo mismo vivir con Jesús que sin él.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA
Lectura del libro del Génesis 12,1-4a 

En aquellos días, el Señor dijo a Abrahán: Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan.

Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo. Abrahán marchó, como le había dicho el Señor. Palabra de Dios.

Sal 32, 4-5. 18-19. 20 y 22 
R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. 

Aclamad, justos, al Señor, que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. R:

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. R:

Nosotros aguardamos al Señor: Él es nuestro auxilio y nuestro escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. R:

2ª LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1,8b-10 

Querido hermano: Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según las fuerzas que Dios te dé.

Él nos salvó y nos llamó a una vida santa no por nuestros méritos, sino porque antes de la creación, desde el tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado por medio del Evangelio, al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal.

Palabra de Dios.

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

El apóstol Pablo escribe a Timoteo para pedirle que evangelice sabiendo que no le faltará la gracia y la fuerza de Dios por medio de Jesucristo, le pide que no se acobarde y dé testimonio de su Evangelio, aunque en muchas ocasiones entrañe dificultades

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 17,1-9 

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. 

Se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: Señor, ¡qué herm

oso es estar aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo. 

Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y tocándolos les dijo: Levantaos, no temáis. 

Al alzar los ojos no vieron a nadie más que a Jesús solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos. Palabra del Señor.

COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO

Jesús se retira al monte para hacer oración y encontrarse, de cerca, con su Padre Dios. El apóstol Pedro, cuando ve a Jesús transfigurado, dice: ¡»qué bien se está aquí»! Los tres discípulos que se encontraban con Jesús en aquel monte se hallaban felices, porque estaban cerca de Dios y la luz del Señor los envolvía.

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

ESCUCHAR A JESÚS EN LA SOCIEDAD ACTUAL

No hace demasiados años la religión era la que ofrecía a la mayoría de las personas criterios para interpretar la vida y principios para orientarla con sentido y responsabilidad. Hoy, por el contrario, aún entre los cristianos, son bastantes los que prescinden de Dios para enfrentarse solos a su vida, a sus deseos, a sus miedos y a sus expectativas.

Vivimos sumergidos en una “cultura de la intrascendencia”, que ata a las personas al “aquí” y al “ahora”, haciéndoles vivir solo para lo inmediato, sin apertura alguna al misterio último de la vida. Vivimos muy hacia el exterior olvidándonos de las grandes cuestiones que llevamos en nuestro corazón.

Hemos aprendido muchas cosas, estamos informados de cuanto acontece en el mundo que nos rodea, pero desconocemos el camino para conocernos a nosotros mismos.

Necesitamos más que nunca escuchar a Jesús, pararnos, hacer silencio en nuestro interior para escuchar su voz que nos ayude a vivir en la verdad, a saborear la vida en sus raíces, a no malgastarla de cualquier manera, a no pasar superficialmente ante lo esencial.


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NECESITAMOS TRANSFORMAR ALGUNOS ASPECTOS DE NUESTRA VIDA

     Toda la vida de un cristiano debe ser un camino de transformación que nos identifique con el Señor Jesús y lo primero que tenemos que hacer para conseguir esa transformación es pararnos para analizar cuál es nuestra situación en este momento, y qué objetivos nos proponemos a corto y medio plazo para orientar nuestra vida, sabiendo con qué medios contamos y cuáles están a nuestro alcance para trabajar y avanzar en la consecución de esos objetivos.

      Jesús sube a una montaña para transfigurarse. El Tabor nos presenta dos propuestas: una es el esfuerzo y el sacrificio que tenemos que poner en práctica en nuestra vida.

Es una propuesta para dejar atrás el alboroto y el estrés de la vida diaria para buscar la soledad y el silencio, es una propuesta para que nos esforcemos en superarnos y progresar en todos los aspectos de nuestra vida, para que nos esforcemos en superar las dificultades con alegría y buen ánimo, para que no nos dejemos abatir por el cansancio y el desánimo, sino que busquemos siempre progresar y superarnos. 

     Otra propuesta del Tabor es la oración. Cuanto más nos despeguemos de la tierra estaremos más en contacto con el Señor.

Tenemos que buscar tiempo para orar, para estar con el Señor, sin prisas, gozando y disfrutando de su presencia y del estar con Él.                                   

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

Lectura del libro del Génesis 15,5-12.17-18 

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrahán y le dijo: 
– Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes. 
Y añadió: 
– Así será tu descendencia. 

Abrahán creyó al Señor, y se le contó en su haber. 
El Señor le dijo: 
– Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra. 

Él replicó: 
– Señor Dios, ¿cómo sabré yo que voy a poseerla? 
Respondió el Señor: 
– Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón. 

Abrahán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrahán los espantaba. 

Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrahán, y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. 

El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados. 

Aquel día el Señor hizo alianza con Abrahán en estos términos: 
– A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.

Palabra de Dios.

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

    El patriarca Abrahán se queja al Señor de que, a pesar de lo que le ha prometido, su herencia pasará a un extraño porque él no tiene hijos y su edad es avanzada al igual que la de su mujer Sara.

Sin embargo, esta situación no oscurece la fe de Abrahán, porque Dios insiste en que le heredará un hijo suyo.     

Dios le promete su presencia, su providencia y amistad haciendo una alianza con él y a través de él con su Pueblo                                     

SALMO 

Sal 26, 1. 7-8a. 8b-9abc. 13-14 
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
 

2ª LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3,17_4,1

Hermanos: 
Seguid mi ejemplo y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en mí. 
Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. 

Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. 

Él transformará nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa, con esa energía que posee para sometérselo todo. 

Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

Palabra de Dios.

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

    El apóstol Pablo ruega a la comunidad cristiana de Filipos que estén atentos al Evangelio que él les ha predicado, que eviten el peligro de las desviaciones y confusiones que algunos estaban introduciendo en la comunidad.

Para el apóstol la pertenencia al pueblo de Dios no se consigue con ritos externos, sino dejándose penetrar del Espíritu de Jesús.                                

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,28b-36 

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que se iba a consumar en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: 
– Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía lo que decía. 

Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: 
– Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle. 

Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Palabra de Dios

COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO

   El evangelista Lucas nos ofrece el episodio de la transfiguración de Jesús ante sus discípulos revelándole su gloria, una gloria que le viene de Dios y con un mensaje esperanzador y comprometedor: «Este es mi Hijo, el escogido; escuchadlo”. 

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

LA VALENTÍA DEL COMPROMISO

     Constantemente resuena en la Cuaresma la palabra “conversión”, palabra comprometedora que implica cambio profundo.

La vida de todo cristiano fiel es un ir superando etapas, como nos lo patentiza la vida de los grandes creyentes, la experiencia de los místicos y el testimonio de los teólogos de la vida cristiana.      

La fe es un éxodo constante, como el de Abrahán, que ha de renunciar a su entorno para encaminarse hacia el lugar de la promesa.

    Necesitamos dar un paso hacia adelante cambiando la jerarquía de valores, renunciando a un estilo de vida consumista o de relumbrón, haciendo un compromiso de servicio que nos “robe” tiempo y dinero, tomando más en serio la oración, embarcándonos en lo comunitario, en definitiva, muriendo un poco más a nosotros mismos, lo que supone alterar nuestra vida en la que quizás nos sentimos cómodos, para adentrarnos en lo desconocido e inseguro.    

Esto supone preguntarnos si realmente todo esto merece la pena, si va a reportar algo a mi vida. Es posible que finalmente nos convenzamos a nosotros mismos que es suficiente con vivir como cristianos que cumplen fielmente con Dios en lo religioso y con los demás ayudándoles en lo que podamos y no haciendo daño a nadie.

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