15 junio 2011 | Por Olga
¡Tú! | junio 2011
El ¡Tú! del mes de junio dedica su portada a la revolución protagonizada por los jóvenes bajo el nombre de “movimiento 15M”.
La sección “La Ventana del Mes” dedica su reportaje la Mesa de Entidades Solidarias con los inmigrantes de Valencia, con el título de “La pluralidad unida por los derechos humanos”.
Reflexionamos sobre la situación política en “¿Qué viene después del voto?”, A.A. Maestre cuestiona la representatividad de los líderes actuales en “¿Nos representan?” y Francisco Porcar propone “Hacer las cosas de otra manera” a la hora de plantearse las campañas políticas.
También entrevistamos a Juan Torres, coautor de “Reacciona”, que nos habla de la necesidad de un cambio en la organización económica.
así lo vemos
La indignación acampó entre nosotros.
El 15 de mayo miles de indignados dimos
el importantísimo paso de salir a la calle en sesenta ciudades.
Esto ha sido un soplo de aire fresco.
Ahora toca bajar del monte Tabor en el que se
convirtieron las plazas de nuestras ciudades,
ahora queda un largo camino de organización,
movilización y gestión como respuesta
a los problemas que tenemos.
Pero el trabajo duro que queda por delante
es mostrar que no hay salida individual,
esa es la solución del neoliberalismo que
potencia la sociedad de consumidores
que buscan el bienestar en la adquisición de bienes
y la resignación ante la situación creada;
que la única salida está en
la búsqueda de soluciones comunes para todos y todas.
Es la experiencia del amor
la que esconde el secreto de la felicidad humana:
el que entrega su vida a otros por amor,
la recupera renovada, plena y radiante.
Así que sigue ¡indignándote¡, ¡reaccionando¡, y ¡actuando¡
ante la injusticia cometida contra el otro,
pero no busques tu salida, esa se te dará por añadidura.
Evangelio en la calle
¡Ay de vosotros!
Hay muchas razones para indignarse en
estos tiempos que nos ha tocado vivir.
Seguramente en todos los tiempos ha habido
razones y las habrá para
el enfado y protesta,
pero parece como si ahora el aire se moviera tan
corrompido que esté creando una forma de vivir
altamente deshumanizada y deshumanizadora dando
mayor impulso a
la indignación.
«¡Ay de vosotros,
maestros de la ley, que os habéis
apoderado de
la llave de la ciencia! No habéis
entrado vosotros, y a los que querían entrar se lo
habéis impedido»
(Lucas 11, 52). ¿Cómo es posible
que los que tienen la llave de la ciencia se dediquen
a entretener con el morbo y el circo para ocultar los
verdaderos problemas humanos?
«¡Ay de vosotros,
fariseos, que pagáis el diezmo de
la menta, de la pimienta y de todo lo demás, y
descuidáis
la justicia y el amor de Dios!»
(Lucas 11,
42). Este lamento evangélico viene como anillo al
dedo a un mundo que no lucha por la justicia frente
a tanta injusticia y que, sin embargo, está preocupado
por cuatro famosos que viven del cuento.
«¡Ay de vosotros,
fariseos, que os gusta ocupar los
primeros puestos
en las sinagogas y que os saluden
en las plazas!»
(Lucas 11, 43). Buscar los primeros
cargos siendo todo lo agresivo y soberbio que fuera
preciso para tener un sueldo por encima de los
demás está bien visto. Servir, luchar, ser solidario y
entregar tu vida es de tontos.
«Ay de vosotros,
maestros de la ley fariseos hipócritas,
que os parecéis a los
sepulcros blanqueados:
por fuera parecéis bonitos, pero por dentro están llenos
de huesos de muertos y de podredumbre»
(Mateo 23, 27). ¿A dónde está llegando una sociedad
que se preocupa más (a la hora de preparar
una celebración o conferencia o mitin) de las apariencias
que del contenido?
Por todo esto y mucho más decimos:
¡Indignaos!
Este grito, gracias a Dios, está resonando con fuerza
y entronca con los hechos y vida del profeta
Jesús de Nazaret, el Cristo de la fe y de su mensaje.
Antonio Hernández-Carrillo
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