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DARSE “La lógica del don” de Francesc Torralba

ANTONIO FERNÁNDEZ, editor de Ediciones Khaf, afernandez@edicioneskhaf.es
MADRID.

ECLESALIA, 12/04/12.- Acabamos de vivir y celebrar el misterio central de nuestra fe: la total donación del Hijo de Dios por cada uno de nosotros y su Resurrección. Y uno solo puede quedar admirado ante esa entrega total a Dios y al ser humano.
Jesús vivió dándose. Cada una de sus palabras, de sus gestos, de sus opciones suponen una donación absoluta que tiene su origen en el hecho mismo de la Encarnación. Y por ello, el don y la gratuidad ocupan un lugar central en su experiencia de fe.
Francesc Torralba acaba de publicar en Ediciones Khaf un ensayo titulado La lógica del don. En él, desde una perspectiva filosófica y religiosa, nos ofrece pistas para entender qué es el don y cómo está profundamente enraizado en lo profundo del ser humano; casi todo en la vida humana es dado: la existencia, el otro, la libertad (don y conquista), la situación límite… En definitiva, el autor propone la donación como una condición necesaria para hacer posible la felicidad.
«Existir es un don, pero también, como dice S. Kierdegaard, una obra de arte, pues cada uno está llamado a dar forma a ese don recibido, a proyectarle una dirección y un sentido y ello exige, necesariamente, esfuerzo. Por ello, dice el filósofo danés: «la existencia misma, el existir, es un esfuerzo, y tiene tanto de patético como de cómico». La conciencia del don de existir es la primera condición para hacer de la propia vida, de esta vida recibida, una obra de arte. Esta conciencia de existir, de estar en el mundo, pudiendo no estar, causa verdadero estupor cuando irrumpe».
En la segunda parte de su libro el autor ofrece líneas para desarrollar una ética a partir del concepto de don. En ellas nos ayuda a concretar cómo educar para el don, la relación de este con el perdón y el cuidado, cómo entender la vida cotidiana desde la donación.
En el proceso de dar radica la clave de la felicidad. Para alcanzar tal fin, uno tiene que liberarse del resentimiento, de esa pasión hostil generada por el agravio comparativo. Cada cual está llamado a dar lo que es y nadie puede dar lo que no es. Es imposible dar lo que uno no es, porque la acción, la obra, la creación siempre son una expresión del ser de la persona.
Nada corroe más a un ser en sus adentros que desear dar lo que ser da, pues al intentar plagiar su modo de ser, abandona su propia singularidad y un universo único en la historia, un horizonte de sentido se pierde para siempre. Pierde, de este modo, una energía muy valiosa para expresar y dar a conocer su singularidad, única e irrepetible.
Sin duda, esta lectura puede ser una buena compañía para este tiempo pascual. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
Para más información: http://www.edicioneskhaf.es

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