Cuaresma, 40 días con los últimos
En el bloque dedicado a alimentación ya hablamos de La Ortiga (Sevilla). Además de promover la producción y el consumo ecológicos, la cooperativa pretende “contribuir… a un nuevo modelo económico basado en la sostenibilidad y la justicia social”.
Para ello, sus socios están implicados en una multitud de actividades de difusión y sensibilización: biblioteca, página web con amplia información, visitas organizadas a los agricultores y proveedores, participación en ferias ecológicas y otros encuentros, como las jornadas de economía alternativa, videoforum, conferencias y un programa de radio en una cadena libre (Radiópolis).
Conscientes de la necesidad de trabajar en red con colectivos que comparten los mismos objetivos, La Ortiga forma parte de otras organizaciones como FACPE (Federación Andaluza de Consumidores y Productores Ecológicos) o el proyecto de banca ética FIARE SUR, entre otras. Realmente constituyen un foco de educación y formación en una nueva cultura económica, ayudando a personas y colectivos a “pensar y actuar de otra manera”.
Cristianisme i Justícia (CJ) es un centro de estudios de los jesuitas de Cataluña. Desde hace más de 30 años publica unos cuadernos de reflexión social y teológica con gran ánimo divulgativo que llegan a más de 45.000 personas a todo el mundo.
«Se trata de ayudar a la gente a tener espíritu crítico, a informarse de manera diferente» pero sobretodo a «generar una reflexión que, desde la incidencia, contribuya a la transformación de las realidades generadoras de injusticia» nos comenta Xavi, su responsable de comunicación.
«En una sociedad donde los tecnicismos han vuelto estériles los discursos, nos faltan relatos humanizantes que pongan las personas y sus historias en el centro, y que a la vez hablen con rigor y veracidad de lo que pasa en el mundo, de sus problemas económicos, políticos, etc.» Xavi nos transmite cuánto puede llegar a apasionar trabajar para aportar propuestas y alternativas transformadoras a un sistema injusto.
Este es el objetivo de CJ, centro que ha dado el salto a la red desde hace tres años, continuando con la difusión de su reflexión también en artículos diarios en su blog, facebook, twitter, presentaciones en vídeo…
Si hablamos de pensamiento crítico, y sin irnos muy lejos, es obligado mencionar a Arcadi, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, presidente de Justicia y Paz, conferenciante, y autor de numerosos libros y artículos.
Uno de sus méritos es el haber sido capaz de traducir a un lenguaje comprensible las entretelas supuestamente técnicas de las crisis que vivimos, sabiendo que «la crisis más importante no es energética, ecológica o financiera, es de valores».
Arcadi es un incansable difundidor de la necesidad de estar bien informados para poder actuar bien. «Cuando uno ve lo que está pasando, una de dos: o se esconde debajo de la mesa y se dice que no hay nada que hacer, o decide indignarse y actuar.
Y a mí me ha dado por esta segunda opción». Y es así. Su agenda está repleta de compromisos para ir a hablar allá donde le pidan. Cuando se le pregunta si no es demasiado, siempre responde que seguirá mientras las fuerzas se lo permitan.
Mila es miembro –y actualmente Secretaria General– de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz de Cádiz y Ceuta desde 2003, a raíz de su constitución.
«Siempre me había sentido atraída en el trabajo por la justicia y la Paz desde que descubrí a Dios como un Padre bueno que libera y no quiere el sufrimiento de sus hijos y a quien para nada le es indiferente la injusticia.»
La Comisión es pequeña y, como reconoce Mila «hacemos lo que podemos. Sabemos que nuestra misión es la denuncia profética: una voz en la Iglesia y fuera de ella, fiel al mensaje evangélico de dignidad para todas las personas y del cuidado de la Creación.» A lo largo del año esta misión se concreta en diversas campañas y actividades.
«Somos conscientes que ponerse al lado de los que sufren es estar dispuesto a correr su misma suerte y también que quienes se enfrentan con su denuncia a las instituciones son perseguidos.
Ante todo esto nos sostiene el testimonio de tantas personas de buena voluntad implicada por la construcción de un mundo mejor y, para nosotros los cristianos, el Reino de Dios. Sabemos que no depende solo de nuestras fuerzas, que no estamos solo y que el Espíritu está actuando», nos manifiesta esta gaditana incansable.
Otro incansable militante del pensamiento es Carlos, madrileño, cosecha del 69, profesor universitario de una asignatura de nombre tan sospechoso como “Marketing y Comportamiento del Consumidor”.
«Creo haber utilizado mis clases para, de alguna manera, trasladar a mis alumnos que estas cosas, incluso en un ámbito tan mercantil, se pueden hacer pensando en los demás y en el planeta».
Su actividad no se limita a sus clases: «Escribir libros, dar conferencias, talleres, seminarios, animar y apoyar la reflexión de colectivos ocupan mi tiempo y mis inquietudes».
No solo se ha dedicado a hablar y escribir, sino que ha participado en cuantos proyectos de economía al servicio de las personas se le han puesto al alcance de la mano: fundador de Subiendo al Sur, un restaurante de Comercio Justo en Madrid; secretario de la Coordinadora Española de Comercio Justo; impulsor del GAP, un grupo de ahorro de proximidad, así como de FIARE; y colaborador en una ONG que se ocupa de huérfanos de sida en Kenia.
«Aburrirme no me aburro y por si fuera poco comparto con Marta también la aventura de acompañar a Martín (6 años y medio) y Miguel (5) en su descubierta de este mundo».
Para quienes buscan otras maneras de entender el consumo, “ConsumeHastaMorir” es un espacio de reflexión sobre la sociedad de consumo en la que vivimos, que utiliza precisamente uno de sus propios instrumentos: la publicidad.
De este modo, con el mismo lenguaje se elabora contrapublicidad gráfica y audiovisual para mostrar hasta qué punto “se puede morir consumiendo”. El proyecto surgió en Madrid en 2002, dentro de la asociación Ecologistas en Acción.
Desde entonces, además de mantener una página web recomendable y elaborar materiales didácticos, imparten talleres, organizan exposiciones y participan en procesos de creación colectiva, todo en torno a la conciencia crítica frente al consumo.
El Centre de Recerca i Informació en Consum (CRIC) es una asociación independiente nacida en Barcelona, en 1996, pionera en España en el campo de la investigación y de información sobre las repercusiones de nuestro consumo.
Para ello se sirven de la revista Opciones, charlas, talleres, materiales audiovisuales y la web Consumpedia. Montse, coordinadora del equipo, nos cuenta que junto con el análisis de la realidad, siempre hay propuestas positivas y concretas: «En la revista Opciones explicamos, por ejemplo, que detrás del engorde industrial del ganado en Occidente hay miles de familias campesinas expulsadas de sus tierras en América Latina.
Ante ello fundamentamos motivos para moderar nuestro consumo de carne. O que muchas chicas malviven en condiciones de esclavitud confeccionando nuestra ropa en países del Sur. Y a continuación damos una lista de marcas de ropa confeccionada en España».
Una recomendable publicación que ha sido una de las fuentes utilizadas en esta campaña.
En el mundo rural, seguramente una de las iniciativas más destacadas sea la Universidad Rural Paulo Freire, surgida en torno al Foro por un Mundo Rural Vivo y como resultado de un proceso de toma de conciencia del valor de la cultura rural, reconociendo, más allá de un innegable saber práctico, una sabiduría de la vida que no puede perderse.
Sin el campo y su cultura, salimos perdiendo todos. Por eso los grupos diversos que la forman –pues diversa es la realidad de sus comarcas y regiones– se esfuerzan en valorar, rescatar, investigar, organizar, compartir y recrear esos conocimientos, para bien de la propia cultura rural, pero también del conjunto de la sociedad.
También en estos campos –y valga el juego de palabras–, Gustavo lleva mucho tiempo comprometido en la concienciación de otra forma de alimentación necesaria y de la soberanía alimentaria de los pueblos.
Uno de los fundadores de Veterinarios sin Fronteras, actualmente es director de la revista Soberanía Alimentaria Biodiversidad y Culturas, además de autor de libros, artículos, conferencias y… relatos. Buena parte de los cuentos de esta campaña se los debemos a él.
A lo largo de los seis sábados de esta cuaresma hemos conocido “historias reales de gente real”.
Gente que está contribuyendo a poner en práctica y difundir formas de comportarse que no hagan daño a tantas personas que sufren las consecuencias del estilo de vida occidental.
Formas de vida conscientes que, además, pretenden no hacer daño a la Creación. Y que, de rebote, son saludables y gratificantes para quienes las viven. La buena noticia es que no son solo los necesariamente pocos que han cabido aquí.
¡Son muchos, muchísimos más!
¡Gracias, Señor, por todas las personas e iniciativas que hemos conocido a lo largo de esta campaña!
¡Gracias por tantas y tantas personas que, cada uno desde lo que sabe y puede,
con su comportamiento cotidiano están cambiando el mundo!
¡Bendito seas, Dios!
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