Creer en el cielo | Consejos para la vida
Creer en el cielo es resistirse a aceptar que la vida de todos y de cada uno de nosotros es solo un pequeño paréntesis entre dos inmensos vacíos.
Apoyándonos en Jesús, intuimos, presentimos, deseamos y creemos que Dios está conduciendo hacia su verdadera plenitud el deseo de vida, de justicia y de paz que se encierra en la creación y en el corazón de la humanidad.
Creer en el cielo es rebelarse con todas las fuerzas a que esa inmensa mayoría de hombres, mujeres y niños, que solo han conocido en esta vida miseria, hambre, humillación y sufrimientos, quede enterrada para siempre en el olvido.
Confiando en Jesús, creemos en una vida donde ya no habrá pobreza ni dolor, nadie estará triste, nadie tendrá que llorar.
Creer en el cielo es acercarse con esperanza a tantas personas sin salud, enfermos crónicos, minusválidos físicos y psíquicos, personas hundidas en la depresión y la angustia, cansadas de vivir y de luchar.
Siguiendo a Jesús, creemos que un día conocerán lo que es vivir con paz y salud total.
Escucharán las palabras del Padre: Entra para siempre en el gozo de tu Señor.
No podemos resignarnos a que Dios sea para siempre un «Dios oculto», del que no podamos conocer jamás su mirada, su ternura y sus abrazos.
No podemos resignarnos a que tantos esfuerzos por un mundo más humano y dichoso se pierdan en el vacío.