Queridos lectores y amigos:
El próximo 2 de diciembre celebraremos el primer domingo de Adviento.
Lucas nos brinda hoy el espectáculo recurrente de cósmicos fuegos de artificio, capaces de dejar atónito al mismísimo Don Giovanni. Una noche de halloween que los literalistas de la Biblia nos han colado de contrabando, cargada de rayos y truenos que ciegan, ensordecen y castran psicológicamente la persona.
La salvación del hombre –la de su plenitud humana, la otra ha sido eternamente garantizada por el Abba- no puede alcanzarse desde el temor y temblor, desde el miedo y la ansiedad. Pretenderlo con profilaxis apocalípticas no es física, mental ni espiritualmente aconsejable: destruyen más que construyen.
¿Por qué en el palo mayor de la nave de Pedro no ondea definitivamente la plegaria de paz y amor tan persistentemente entonada por Jesús en el Evangelio? Así lo había anunciado ya el salmista en el Testamento Viejo: “El Señor es mi luz y salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?
Que el Señor bíblico –en quien confiamos más que tememos– resucite en nuestra Iglesia dicha plegaria, y colme a todos con el amor y paz que nos anuncia.
Vicente Martínez
Los textos de esta semana
Lc 21, 25-28 y 34-36: Verán llegar al Hijo del hombre… Cuando empiece a suceder esto, poneos derechos y alzad la cabeza, porque está cerca vuestra liberación.
José Enrique Galarreta: Jeremías 33,14-16 y I Tesalonicenses 3,12-4;2. Esperanza en Dios en medio de toda calamidad y persecución. La gente vive dormida, son ciudadanos de la noche: vivid despiertos, ciudadanos de la luz.
Florentino Ulibarri: Pregón para anunciar el Adviento. Este es tiempo de espera y anhelo, de embarazos llenos de vida. Este es tiempo de parias, exiliados y desplazados, de los desahuciados de sus casas que se empapan y mojan en la calle…
Mari Patxi Ayerra: Alégranos el corazón. En este primer domingo de Adviento, presentamos ante el Señor los gozos y sombras de toda la humanidad, para que Él las bendiga y nos las haga llevaderas.
Rafael Calvo: Esperanza. Aunque nos produce sonrojo reconocer tanto desperdicio de facultades, aún es tiempo de esperanza, la que Tú tienes depositada en nosotros.
Fray Marcos: Estamos salvados, pero no nos hemos enterado todavía. Lo importante no son los distintos escenarios, donde nos toca actuar, sino saber representar el drama de nuestra propia existencia bien despiertos.
José Antonio Pagola: Indignación y esperanza. Una convicción indestructible sostiene desde sus inicios la fe de los seguidores de Jesús: alentada por Dios, la historia humana se encamina hacia su liberación definitiva.
Enrique Martínez Lozano: Despertar. La confusión y el sufrimiento emocional, como toda reacción egoica, son signos de que estamos dormidos.
José Enrique Galarreta: Vienen días malos, peligrosos, pero viene también el Salvador. Señales de esperanza, señales de desastre, y desafíos: el futuro no viene del cielo, lo hacemos nosotros.
Dolores Aleixandre: Sobre la inoportunidad del Adviento. El Adviento viene cargado de luces que chocan con la oscuridad del momento que vivimos. Deslumbra el Adviento. Hay que hacer los ojos a tanta luz.
José Manuel Vidal: Mujeres en la Iglesia católica, una mayoría silenciada. Voces femeninas reclaman su papel en la institución.
José M. Castillo: La crisis del clero. Alarma por la falta de vocaciones sacerdotales. ¿Está dispuesto el Vaticano a afrontar los cambios necesarios para evitar que de aquí a diez años el catolicismo sea un residuo histórico?
José Arregi: La bondad sin por qué. Oímos a menudo a hombres de Iglesia que el mundo de hoy es tan malo porque ha dejado de creer en Dios. Pero ¿acaso el mundo increyente de hoy es peor que el mundo creyente de ayer? Y ¿acaso la bondad depende de unas creencias o tiene un por qué?
Gabriel Mª Otalora: Una misión… ¿dos Iglesias? Por un lado, la Iglesia misionera que se implica radicalmente con los problemas reales de la gente. Por el otro, una Iglesia bien distinta, asentada en el poder y volcada en el rito y la ortodoxia.
Luis Carlos Saiz Fernández: Iglesia Nuestra, ¿Quo Vadis? “Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando.”
Humanidad a tope. Emmanuel, Dios con nosotros, el odio en nuestras vidas tiene consecuencias tremendas que sólo el amor puede restañar.
Equipo ‘Quiero ver’: Despierta. Disfruta del maravilloso Ser que ya eres. Tu vida es un acto sagrado pues es la creación de Dios en ti.
No es difícil amar: Despierta, todo es cuestión de apretar la tecla oportuna, y “Donde no hay amor pon amor y sacarás amor”. Es facilísimo, adjuntamos programa.