El Cholo Simeone y San Juan evangelista
“Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero, si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo.” 1 Juan 2:1 (NVI)
En el partido de ida de la Champeon League, el equipo del Cholo Simeone, el Atlético Madrid perdió 3 a 0 contra el Real Madrid. Y ve complicadas sus chances de pasar a la final. Se habían enfrentado 3 veces antes en la misma liga y en ninguna oportunidad el Atlético había podido ganarle al Real. Ahora tampoco.
Así que luego de la derrota, el cholo Simeone colgó una bandera en el vestuario que decía “Los míos mueren”, haciendo alusión que nada estaba perdido y que con garra y decisión se puede dar vuelta el resultado. Es fundamental tener confianza antes de salir al partido, porque si los jugadores salen pensando que es imposible dar vuelta el resultado, será imposible que ganen. Tienen que creer que son capaces de vencer.
Esta táctica psicológica no es nueva. Juan ya la había utilizado con sus amigos cristianos hace dos mil años. Cuando les escribe les ordena una máxima difícil de cumplir. Los hijos de Dios no pecan. Aquellos que han sido redimidos por la Sangre Gloriosa de Jesucristo no practican el pecado y mantienen su comunión con Dios impecable.
Pero lo cierto es que nos resulta difícil cumplir semejante mandamiento y de vez en cuando patinamos y pecamos. Y entonces estamos igual que el equipo del cholo Simeone, tenemos un importante partido por delante pero venimos golpeados y complicados por las derrotas sufridas.
Es ahí cuando Dios se hace presente y nos dice que tenemos un intercesor. La palabra allí en original es paracleto, que significa ayudador. Un abogado, alguien que nos acompaña y ayuda. Jesucristo.
Es Dios mismo que como vivió como hombre y padeció todas las mismas tentaciones que nosotros padecemos (todas son todas, incluso esa que no te a través a comentar pero que la padeces a diario), Él sabe cómo ayudarte. Tiene la experiencia y el amor para acompañarte en el problema y darte la fuerza para evitar el pecado.
La bandera de Jesucristo no dice “los míos mueren” sino que dice “Yo morí por los míos” y por eso puede darnos la victoria. Tenés un partido que ganar. Tenés que no pecar, y mantenerte limpio. Cristo te ayuda, pero vos sos el que sale a la cancha a ganar el partido.
REFLEXIÓN – Creetela, vos podes vencer.
Un gran abrazo y bendiciones
Dany
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