El Cardenal Juan Luis Cipriani presidió la Santa Misa de Acción de Gracias por el 30° aniversario de la Comunidad Misionera Villaregia y por los 25 años de la Parroquia La Trinidad de Villa María del Triunfo.
El Arzobispo de Lima exhortó a los fieles a conocer y vivir los Sacramentos yendo por el camino de los Diez Mandamientos, pidiéndole al Señor su cercanía.
“Los animo a practicar los Siete Sacramentos y el camino para llegar a esa vida en Cristo son los Diez Mandamientos. Y todo eso, permanentemente renovarlo con la oración; levanten su corazón ahora y digan Dios mío, me refugio en ti, protégeme”, expresó.
Mencionó que la Iglesia se alimenta de un mismo Cuerpo: la Eucaristía, se bautiza en un mismo sacramento y se confirma en un mismo Espíritu Santo, permitiendo a todos los católicos ser uno en Cristo Eucaristía.
“Y nosotros entramos a esa familia a través de la puerta que se llama Cristo, a través del Bautismo. Entramos por la puerta de Cristo y somos adoptados. El Espíritu Santo, nos une porque nos hace participar de esos sacramentos que son la presencia de la vida de la Santísima Trinidad y la vida del mismo Dios”, continuó.
Destacó también la importancia de amar la Catequesis y a Jesús Eucaristía, que perdona en la Confesión y que sólo nos pide ofrecerle nuestra vida.
“Uno tiene que venir a la Santa Misa y decir: Señor, te ofrezco mi dolor, mi trabajo, mi familia, mi trabajo, mis hijos, mi esfuerzo, mi perdón, mi generosidad, mi propósito de ser mejor o mi dolor porque me doy cuenta que no vivo bien”, señaló.
En otro momento, el Cardenal Cipriani resaltó la labor de la Comunidad Misionera Villaregia que nació en la Iglesia como acción del Espíritu Santo y que viene trabajando en la Parroquia La Trinidad desde hace 25 años. Asimismo animó a sus miembros a mantener el compromiso de su carisma, acudiendo siempre a Jesús y su palabra.
“Este es un motivo de Acción de Gracias a Dios, de alegría, pero también de compromiso. Comprométanse de verdad. Sean misioneros que están unidos a Cristo, que llevan la palabra de Dios, que llevan la vida de Cristo”, reflexionó.
“Hagamos un propósito: Voy a procurar ser un poco mejor, voy a sonreír un poco más, voy a regañar un poco menos, voy a mirar un poco más a mis vecinos para ayudarlos, voy a venir a la Misa con más frecuencia, voy a estudiar mi Catecismo para enseñarlo. Pequeños actos de amor que Jesús, que nos escucha, dirá como me quieren a Mí, voy a buscarlos”, concluyó.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani, Monseñor Carlos García, obispo de Lurín; el Padre Giorgio Parenzan, CMV, responsable de la Comunidad Misionera de Villaregia; el Padre Martín de Porres, párroco de La Trinidad; así como sacerdotes de la Comunidad.
Sábado, 11 de junio de 2011.
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