También se refirió a la importancia de cumplir con la misión encomendada en tiempos de un relativismo cultural.
“Han sido unos años de batalla en lo que en cada generación fue su misión. Uno puede vivir al margen de esa misión si quiere o puede asumir esa responsabilidad que siempre se genera en la familia. Algunos trascienden la familia y ocupan otros estamentos intermedios: profesionales, universitarios, deportivos, culturales; también eso es una misión que no debemos abandonar y que hoy hay una mediocridad espantosa en muchas instancia de promoción del pensamiento y desarrollo de la cultura. Se hace muy difícil estructurar el concepto de patria y cultura porque todo es muy endeble y efímero”, señaló el Arzobispo de Lima.
En ese sentido, mencionó que en su trabajo pastoral tanto en Lima como en Ayacucho ha intentado llevar el mensaje y enseñanzas de la Iglesia.
“Lamentablemente, las tarea subsidiaria se han convertido en un adorno en la conquista del poder. Ese es el esquema en el mundo, no solo en el Perú. No tenemos mucho que aprender de unas democracias que formalmente aparecen más estructuradas, pero todas ellas están socavadas en la corrupción terrible en Europa, Estados Unidos y América Latina”, refirió.
En otro momento, animó a las autoridades a cerrar el capítulo del terrorismo buscando un país reconciliado en aras del bien común. “Se debe cerrar la historia del terrorismo con un país democrático y plural, pero donde las mentiras gruesas no tengan espacio. No se le puede llamar patriota a un traidor, es hora simplemente que la verdad aparezca en toda su claridad”, animó.
Finalmente recordó el amor a la patria que como peruano siempre ha cultivado.
“Este amor a la Patria, que es parte de la doctrina de la Iglesia católica, es con lo que me he forjado y con esa libertad siempre me he expresado, como un peruano que es cardenal; teniendo siempre libertad de espíritu para proclamar las enseñanzas de la Iglesia”, culminó.
Acompañaron al Cardenal Cipriani en la mesa de honor, Monseñor Ricardo García, Obispo de Yauyos; el Dr. Luis Bedoya, el Dr. Raúl Ferrero Costa y el Dr. Francisco Tudela.
Semillas: reflexiones a la luz de la Doctrina Social
Desde 1999, año en el que San Juan Pablo II lo designó como arzobispo de Lima y Primado del Perú, el cardenal Juan Luis ha pronunciado en la Misa de acción de gracias en la Catedral de Lima, el día de nuestro aniversario nacional, una homilía espiritual y patriótica de alto contenido doctrinal. En Semillas se recogen los 16 de los sermones leídos en la Misa y Te Deum del 28 de julio, cada uno de ellos comentado por destacados políticos y analistas que ponderan el valor y vigencia del pensamiento católico en el Perú.
De esta manera, el libro, que ha sido editado por Arturo Salazar Larraín, cuenta con la presentación de Augusto Ferrero Costa y los comentarios de destacados personajes de la política peruana como Lourdes Flores Nano, Jorge del Castillo, Francisco Tudela, Ana Jara, Fernán Altuve, Luis Solari, Luis Iberico, Ántero Flórez-Aráoz, Martín Belaúnde Moreyra y Marcial Ayaipoma.
Como se recuerda, en las homilías patrióticas que ha dirigido el Cardenal Juan Luis destacan temas a la luz de la enseñanza de la Doctrina Social como el derecho a la vida, la libertad, la justicia, la corrupción, la solidaridad, la función subsidiaria del Estado, los medios de comunicación, la verdad, la reconciliación, entre otros.