“Tengo un conjunto de sentimientos que considero sagrados, por parte de cada uno de los rehenes y también por parte del MRTA, que confluían de una manera muy especial y compleja en esos días. Es posible que al dar esta visión de los hechos vayan algunos aspectos que los pongo como los tengo guardados en el corazón y como los fui plasmando en estos años”, con estas sentidas palabras el Cardenal Juan Luis Cipriani presentó su nuevo libro “Doy fe”, su testimonio sobre la crisis de los rehenes en la residencia del Embajador de Japón.
Como se recuerda, el Cardenal Cipriani, entonces Arzobispo de Ayacucho, fue designado Garante por la Santa Sede durante la crisis de rehenes que se vivió en la residencia del embajador del Japón en Lima, entre los meses de diciembre de 1996 y abril de 1997.
Durante la presentación del libro, el Arzobispo de Lima reconoció que al interior de la residencia se vivieron momentos de mucho dolor.
“Fueron días y momentos muy difíciles de escribir y explicar. Este material lo tenía desde hace 15 años medio escrito y en una serie de documentos guardados, porque me resultaba muy difícil aproximarme a estos hechos. Tenía un dolor muy grande y difícil de explicar; y a este dolor se sumaba una interpretación sumamente sesgada de los hechos por parte de algunos gobiernos y prensa de turno”.
“Tenía un gran deber de gratitud con los rehenes y con tanta gente buena. Ha quedado en mi alma el deber, que lo cumplo, de rezar por las personas que fallecieron, por todos. Eso es lo que nos enseña nuestra fe católica. Ojalá que todos pudiéramos levantar más el corazón a Dios cuando vemos que en la tierra todo es oscuridad”, prosiguió.
En otro momento destacó la valentía y fortaleza de los rehenes durante el cautiverio.
“Junto a ese reconocimiento a la grandeza de ánimo de los rehenes no puedo dejar de destacar, porque así ocurrió, unas largas y constantes conversaciones con Francisco Tudela porque le tocó a él de alguna manera liderar al interior de la residencia una tendencia o conducta moral, porque era la persona más representativa, y así lo asumió”, refirió.
“En otra faceta reconozco la labor del Almirante Luis Giampietri con una vehemencia difícil de controlar, con una entereza de patriotismo que no era fácil de manejar en esas circunstancias, y junto a él a otra serie de personas. Toda esa familia que yo francamente desde el primer momento incorporé a todos los que estábamos en la residencia”, continuó.
El Cardenal Cipriani destacó que al interior de la embajada de Japón y en la etapa de crisis hubo mucha fe.
“Fueron días muy difíciles, no quiero entrar a más descripciones pero hubo mucha fe, se rezó mucho; recuerdo y lo hago con mucho respeto, cómo muchos en esos días largos en la residencia valoraban con especial sensibilidad a su familia, a sus hijos, a su esposa. Había la sensación de: cuántas cosas he podido hacer mejor ahora que hago una evaluación de mi vida”, explicó.
Finalmente animó a los peruanos a tener la grandeza espiritual, recordando, en palabras del Beato Papa Juan Pablo II que “la violencia nunca es camino hacia nada bueno”.
La calidad humana del garante de la Santa Sede
La presentación del libro estuvo a cargo de los destacados periodistas Arturo Salazar Larraín y Cecilia Valenzuela.
Arturo Salazar reveló que el Cardenal Cipriani fue elegido como garante de una terna de religiosos. La votación la realizó el Ministro Domingo Palermo, el cabecilla del MRTA Néstor Cerpa y el Nuncio Apostólico de ese entonces.
“Estas tres autoridades votan por Cipriani, esta es la razón por la que el Cardenal entra a la embajada y hace un trabajo excelente como ustedes verán en el libro. Se llama a la Iglesia (en estos casos) porque la Iglesia es todavía, felizmente, y nunca dejará de serlo, una autoridad sobre todo moral”, refirió.
Por su parte, Cecilia Valenzuela calificó al libro como un “relato honesto”, destacando su valor como Garante de la Santa Sede, en una actuación que a todos los cristianos nos reconforta.
“El testimonio es nuevo, por fin observamos el infierno de las personas atrapadas entre dos fuegos. Y nos acerca al dolor y desaliento que los convirtió en fichas sacrificables en el ajedrez que jugaban las dos partes del conflicto”, señaló.
“El libro convence y atrapa desde el inicio porque uno siente la auténtica identificación moral del Cardenal con los rehenes y sus familiares; pero también con los terroristas y sus familiares. Uno siente a su pastor, uno identifica al sacerdote que está en esos afanes. No hay un político, hay un sacerdote. Y su incansable empeño en salvar las vidas se traduce en cómo ganó la confianza de los terroristas”, continuó.
Finalmente, el Dr. Rodrigo Rosales, director gerente del grupo Planeta, destacó que su grupo se siente honrado de contar con el Cardenal del Perú como uno de sus autores.
“Su presencia, Cardenal, estimula a nuestro grupo editorial para captar voces líderes que iluminen esa experiencia de vida y conocimiento a los lectores, como lo hace este testimonio del pasado, pero con tanta actualidad y necesidad doy en día”, dijo.
La presentación del libro se llevó a cabo en el Palacio Arzobispal de Lima, el martes 7 de agosto con la concurrencia de distinguidas personalidades del ambiente cultural y político del Perú. Destacó la presencia del Almirante Luis Giampietri y del Dr. Francisco Tudela, ambos ex rehenes en la embajada de Japón.
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