En el programa Diálogo de Fe del sábado 07 de julio el Cardenal Juan Luis Cipriani animó a nunca romper ese vínculo que nos une con Dios, nuestro Padre y Creador, incluso ante nuestra fragilidad y las grandes dificultades que se nos puedan presentar.
Con respecto a su reciente visita al Papa Benedicto XVI en el marco de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Arzobispo de Lima manifestó que el estar cerca al Santo Padre siempre es un motivo de ilusión y alegría, ya que su palabra nos enseña mucho y nos recuerda que la Iglesia está en ese constante peregrinar entre el amor de Dios y la esperanza de Jesucristo.
“Escuchar esto del Vicario de Cristo nos llena de esperanza porque nos vemos reflejados, nos vemos pecadores y frágiles y al mismo tiempo vemos cómo esa luz de Cristo está con nosotros buscándonos. El Papa invoca a la oración y a ese luchar para que Dios sea quien presida nuestros actos”, afirmó.
En cuanto al tema que se vive en Cajamarca, el Cardenal Cipriani se mostró a favor de que Monseñor Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo, sea el facilitador para el diálogo entre el Estado y los protestantes que se oponen a la minería en dicha región.
“Yo espero y bendigo la presencia de Monseñor Cabrejos en esa búsqueda de la verdad y de la dignidad de la persona humana. Ojala que veamos una luz después de estos días tan difíciles”, expresó.
“Me parece muy bien que se haya buscado a la persona de Monseñor Cabrejos y que lo haya aceptado, pero no es la Iglesia entera que está dialogando. Me parece que puede hacer un muy buen papel”, continuó.
Mencionó que el diálogo puede ser un vehículo muy importante, pero destacó que este no debería convertirse en la finalidad para solucionar los problemas en Cajamarca.
“Creo que hace falta poner orden con el diálogo y pedir a Dios para que ilumine a ambas partes. No hagamos con esto un experimento en que la última palabra sea el diálogo. No, la última palabra es la verdad, la justicia, el bien común y el llevar el bienestar a muchas personas que están en pobreza”, reflexionó.
Afirmó también que la Iglesia nos enseña que la democracia tiene que estar sustentada en valores y que existen normas que no pueden estar en manos de ninguna mesa de diálogo ni de ninguna persona.
“El estado de derecho, la dignidad de las personas y el respeto a la tranquilidad pública están por encima de todo. Son derechos y deberes que no están en discusión en ninguna mesa de diálogo porque son inherentes a la persona. Nadie puede apropiarse de las normas de la democracia por su cuenta”, comentó.
“Es imposible llegar a la paz si no hay verdad. Personalmente, veo muy difícil y compleja la situación y creo que no se trata de decir Ojala que tengan suerte; sino que se trata de decir Ojala que el estado de derecho y el respeto a las leyes se plasmen en el país”, prosiguió.
Del mismo modo, lamentó el accionar de las autoridades de Cajamarca, quienes desde hace varios meses han venido desafiando a la gobernabilidad, al derecho y al respeto de otras alternativas distintas a las de ellos.
“Este esquema que viene utilizando la gente en Cajamarca es un esquema de violencia y destrucción que es muy conocido en el país. Tenemos que despertar a la realidad y a la verdad; abrir todos los campos de diálogo, pero sin chantajes”, manifestó.
“En este momento, de alguna manera, el desafío de las personas en Cajamarca, de estos líderes y grupos, es un desafío del cual tienen que pedir perdón a la población peruana. El Perú no tiene por qué aceptar el maltrato, el abuso, la demagogia y yo diría que hasta las muertes”, añadió.
Expresó que “la verdad y la intencionalidad recta” tienen que estar por encima de la mesa de diálogo porque sino todo se convierte en un caos. Continuó diciendo que no puede existir igualdad de condiciones ya que uno es el Estado a través de sus representantes y el otro es un grupo de gente que se está saliendo de la democracia porque no aceptan las normas.
“(Que digan que el Estado no los quiere escuchar) es una mentira bastante organizada que han impuesto. Ojala que vuelva la luz y la verdad a brillar. El tema es muy complejo. Aquí hay intereses no solo de dos partes, creo que hay muchas ONG de afuera haciendo daño al país y hasta ahora no se aclara, creo que hay un juego de empresas que no quieren que esa empresa que está ahora ahí sea la que explote ese recurso”, destacó.
En otro momento, compartió las expresiones y la indignación del presidente Ollanta Humala en cuanto al uso de los muertos para hacer manifestaciones políticas.
“Yo diría primero: oración; en segundo lugar: la verdad; en tercer lugar: poner un poco más de juicio y sentido común. Pero no juguemos con el país, no juguemos con la pobreza, no juguemos con los muertos”, exhortó.
Finalmente, reiteró que las autoridades que hemos elegido los peruanos tienen el deber de trabajar para mantener el estado de derecho y evitar que grupos políticos o sindicales continúen generando problemas que perjudican al Perú.
“Es el momento de que el país, con todas sus instituciones, diga: Orden, democracia y respeto al estado de derecho seriamente porque ya es el momento (…) El Estado tiene la obligación de poner orden. Todos los diálogos que se quieran son bienvenidos, pero el diálogo no es un fin, es un medio. Hay que lograr el fin que es la verdad, la paz y el desarrollo del país”, culminó.