En el marco del 12° Aniversario de la toma de posesión como Arzobispo de Lima, el Cardenal Juan Luis Cipriani celebró esta fecha especial con la comunidad parroquial de la Capilla Señor de la Justicia de Chorrillos, a quienes administró los sacramentos del Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación.
Durante su homilía, el Arzobispo de Lima mencionó que Jesús, que es Dios, es aquel amigo que constantemente nos espera, nos mira y nos perdona, quien nos deja su Cuerpo para que en el sacramento de la Eucaristía, unamos nuestra propia vida con la de Cristo.
“Jesús, que es Dios, dice: Yo me quedo en la Eucaristía y quien come mi Cuerpo habita en mí. Por eso, te limpia en el Bautismo y te alimenta en la Eucaristía. Y después dijo: Yo me tengo que ir al cielo, pero vendrá el Espíritu Santo”, explicó.
Recordó que en el Bautismo Jesús entra en el alma de los bautizados y se produce un milagro que no se ve, pero que se siente en el espíritu y en el corazón.
“Ustedes nacieron fruto del amor de sus padres, pero ahora van a volver a nacer fruto del amor de Dios; porque todos los pecados que tienen, cuando les eche el agua en la cabeza, estarán limpiando sus pensamientos, sus obras, sus deseos, todo lo que estaba sucio”, expresó.
En otro momento, mencionó que la fe es un regalo que Dios nos da y que sólo si creemos firmemente que Jesús está vivo y creemos en su Palabra, hay mucho para aprender en la vida.
“Yo puedo predicar muchas horas y sólo te hago una pregunta ¿Crees? Porque todo lo que te estoy explicando es lo que Dios nos ha explicado a través de Jesucristo, de los apóstoles, de los obispos, de los sacerdotes, de los religiosos. Todos vamos transmitiendo lo mismo”, prosiguió.
Misiones Toribianas
Como parte de su formación, diez jóvenes del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo junto al Padre Jorge López, han convivido con la comunidad parroquial de la Capilla Señor de la Justicia de Chorrillos, a quienes llevaron la Palabra de Dios, realizando visitas a sus hogares, enseñando la Catequesis y rezando el Santo Rosario.
Es por esto, que el Arzobispo de Lima agradeció a toda la comunidad por el apoyo brindado a los seminaristas y los animó a tener una fe bien asimilada, conociendo la Biblia y el Catecismo, para que de este modo Dios bendiga a toda su comunidad y envíe vocaciones sacerdotales.
“Ojalá que de Chorrillos también salga algún joven que tenga esa inquietud: Yo puedo ser sacerdote para ayudar a mi pueblo. Por eso papás y mamás recen a Dios, porque Él es quien envía las vocaciones”, reflexionó.
“Esta misión es muy bonita, los seminaristas están aprendiendo mucho, ojalá que también ustedes. Les agradezco mucho la colaboración que dan. Cuiden sus familias, cuiden sus hijos y cuiden la fe”, concluyó.
En la Santa Misa, el Cardenal Cipriani administró los sacramentos del Bautismo y la Primera Comunión a 25 jóvenes y adultos; así también 64 personas recibieron el sacramento de la Confirmación.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani, el Pbro. Carlos Rosell, rector del Seminario Santo Toribio; y el Padre Jorge López, vicerrector.
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