“La Navidad es alegría y paz. Deseo en todos los rincones del país una feliz Navidad junto a ese niño y a esa palabra llena de amor que se hace carne para vivir con cada uno de nosotros”, refirió el Cardenal Juan Luis Cipriani en la Misa que presidió en la Catedral de Lima en la Solemnidad de la Natividad del Señor, el martes 25 de diciembre.
“Existe la verdad, la pura bondad, la pura luz y el poder supremo por encima de todos los poderes, debemos alegrarnos de este hecho junto a los ángeles y junto a los pastores. Existe en ese niño la verdad, no mi verdad ni tu verdad, la verdad, la bondad, la belleza, la música, el gozo y la paz”, señaló el Arzobispo de Lima en la homilía.
El Cardenal Cipriani animó a todos los fieles congregados en la Iglesia Primada a reconocer el valor de la verdad en nuestras vidas.
“Tu palabra debe ser un eco de la palabra de Dios, siembra a tu alrededor alegría y veracidad, no se trata de quedar bien o de que les guste a todos, que sea verdad, que haya amor y comprensión, la tolerancia se queda corta, que haya amor, la caridad de este Niño estrena en nosotros ese valor de la palabra, de la familia y de la verdad”, mencionó.
“La palabra requiere de una profunda veracidad. La palabra en Dios es amor, es verdad, es unidad y es justicia. Por eso el mensaje de la Navidad junto al cariño tiene también un profundo contenido y más en estos tiempos. Te pedimos Señor que sepamos valorar la palabra, por lo tanto descartar la mentira”, continuó.
En otro momento, animó a los fieles a ser humildes a ejemplo del niño Jesús.
“El Niño Jesús nos interroga con su luz, con su alegría y con su sencillez. La grandeza de la humanidad nos pide a gritos recuperar el sentido de la palabra. Tú y yo valemos lo que vale nuestro interior, nuestros pensamientos y nuestros esfuerzos, por la riqueza que alberga el corazón y que los demás pueden conocer por tu palabra. Rescatar la palabra es el gesto que te lleva a dar gracias, a pedir perdón y a manifestar con humildad aquellos sentimientos y preocupaciones”, refirió.
En tal sentido, el Cardenal Cipriani reconoció que la felicidad solo se experimenta cuando hay espacio dar amor a los niños, a los más necesitados y a los enfermos.
“En este mundo en que los métodos de comunicación tan vacíos, intensos y fríos ¿tengo tiempo para Jesús, para mi familia, para mis padres, hijos, nietos, abuelos?; detengámonos un poquito en esa humildad para escuchar la palabra, para ser nosotros más respetuosos con la verdad”, reflexionó.
Finalmente, el Arzobispo de Lima hizo referencia a la misiva que le envío el Presidente de la República, Ollanta Humala, disculpándose por no asistir a la Misa por Navidad en la Catedral de Lima.
“Quiero hacer una breve referencia, agradeciendo al Señor Presidente de la República, que en una amable carta me explica su imposibilidad de estar aquí presente, pero uniéndose a esta Fiesta de Navidad”, señaló.
Concelebraron con el Cardenal Juan Luis Cipriani, los Obispos Auxiliares de Lima, Monseñor Adriano Tomasi OFM., y Monseñor Raúl Chau; el Consejero de la Nunciatura Apostólica, Monseñor Kevin Randall; y el Padre Paulo Piérola.
Participaron de la Santa Misa el Presidente del Poder Judicial, Dr. César San Martín; así como miembros del Cuerpo Diplomático acreditados en el Perú.
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