“La verdad es algo que brilla, que ayuda, que serena el espíritu, que une al país, que genera crecimiento, que mejora la paz social; entonces no hagamos más arreglos y vayamos siempre por el camino de la verdad”, expresó el Cardenal Juan Luis Cipriani en el programa Diálogo de Fe del sábado 05 de noviembre.
El Arzobispo de Lima recordó que la Iglesia no tiene una fórmula para arreglar todo, lo que tiene es el mensaje de ese Dios que se hizo hombre que habita y está con nosotros, que está presente y sigue actuando.
“Si nos olvidamos de ese planteamiento personal humano, esa amistad tuya con Jesús, entonces la Iglesia se convierte en una nube abstracta en la que no se entienden bien las cosas. Lo primero de todo es ese mirar cara a cara y a los ojos al mismo Cristo, que está en tu alma o que está en el alma de los que te rodean”, reflexionó.
Mencionó que la Iglesia acude a una dimensión previa a los problemas políticos, sociales, económicos, deportivos e incluso religiosos, que es el interior de cada uno de nosotros y de donde brotarán las respuestas.
“Un ministro, un militar o un presidente de la República es una persona que tiene un pensamiento, unas ideas, un corazón; que si están cercanos a la verdad y a Dios, entonces de ahí brotarán buenas respuestas con respecto a la salud, a la economía, a la educación”, afirmó.
“Anterior a todo esto está ese mundo interior en donde tú puedes encontrarte con ese Dios que se ha hecho hombre; si no te encuentras con Él en ese mundo de tu propia meditación y de tu fe, no lo busques en las paredes, en las iglesias o en los cerros, búscalo dentro de ti”, añadió.
En otro momento, habló sobre la importancia de vivir en sintonía con el mensaje de Dios, para que cuando llegue el momento final de nuestras vidas, podamos estar en paz por la eternidad. Por eso –señaló- cada uno muere como vive.
“El que vive con serenidad, procurando hacer el bien, acordándose de los demás, teniendo a Dios presente, morirá igual; pero el que vive de un sitio a otro, que no tiene tiempo, que vive odiando o haciendo daño, en el momento en que se encienda esa luz que diga que llegó el momento de hacer el examen final, tendrá un gran susto”, manifestó.
Señaló que no debemos temerle a la muerte y que debemos siempre recordar a nuestros seres queridos que pasaron a la eternidad y cuya fuerza sigue presente dentro de nosotros a través de su recuerdo.
“Ayuda mucho en la vida diaria la presencia de esos seres queridos ejemplares que nos antecedieron. Uno se contacta con ellos a través de las huellas que nos dejaron por escrito, en el recuerdo o en la imagen. No es espiritismo, es una relación con ellos, es la fe; es esa comunión de los santos la que hace la vida muy agradable”, añadió.
El Cardenal Cipriani también se refirió al caso de una niña española que pudo ser operada de un mal congénito (espina bífida) cuando aún se encontraba en el vientre materno y aseguró que es un ejemplo para proteger a las madres y proteger esas vidas.
“Es una maravilla cómo la ciencia acude para respaldar la fe. La fe nos dice que esa criatura desde el primer instante de la concepción es una persona y hay que respetarla y cuidarla. Viene la ciencia y nos dice Es cierto, yo encuentro la vida, la puedo operar y la puedo curar para que nazca de una manera sana. En el mundo de hoy es una llamad de atención para cuidar a esas madres, esa gestación y no eliminar la vida”, comentó.
Finalmente, envió un saludo a toda la juventud para “que tengan siempre mucha fe porque Jesús está a su lado, los quiere y los conoce”.
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