“El pueblo del Perú está muy unido al Japón y a todos sus habitantes y
le aseguramos nuestras oraciones, nuestra cercanía y le pedimos a Dios con
inmensa fe: fortalece y acompaña a tanta gente que debe estar sufriendo de
una manera increíble”, pronunció el Cardenal Juan Luis Cipriani en la
Santa Misa en memoria de las víctimas del terremoto y del tsunami en
Japón, el viernes 18 de marzo, en la parroquia Del Sagrario.
Durante su homilía, el Arzobispo de Lima señaló que esta Santa Misa es
un gesto de solidaridad con el pueblo del Japón y con todos nuestros
compatriotas que viven en dicho país oriental.
“Nuestro pueblo y el pueblo de Japón tienen una hermandad my antigua.
Japón es un pueblo que ha sido habitualmente muy generoso con el
desarrollo de nuestro pueblo peruano”, reconoció.
Asimismo le transmitió al embajador del Japón en el Perú, Shuishiro
Megata la unidad del pueblo peruano con el pueblo japonés en estos
momentos de dolor.
“Dios les dará fortaleza, consuelo y compañía, para que ese heroico
pueblo de Japón, con esa fuerza que los caracteriza, vuelva a nacer, a
desarrollarse”, mencionó.
“A nuestros compatriotas, que sepan que Dios no nos abandona. A todas las
familias, especialmente a los ancianos y niños, enfermos y hermanos, al
contemplar esta catástrofe, el mundo mira a Japón con hondo afecto y
profundo respeto a su dolor”, culminó.
Finalmente pidió a Dios que en el mundo se dirija por el camino de la paz
y en solidaridad se aleje de las guerras, injusticias y mentiras.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani, los obispos Auxiliares de Lima,
Monseñores Adriano Tomasi, y Raúl Chau; Monseñor Kevin Randall,
encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica; así como sacerdotes de
la arquidiócesis de Lima.
Participaron de la Santa Misa, el Presidente de la República, Alan
García; el Presidente del Congreso de la República, César Zumaeta; el
Presidente del Poder Judicial, César San Martín; el Embajador de Japón
en el Perú Shuichiro Megata; y el canciller José Antonio García
Belaunde; así como distinguidas autoridades invitadas.
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