El Arzobispo de Lima exhortó a no tener temor de defender la ley de Dios que nos ilumina y llena de alegría y que nos pide que protejamos el matrimonio de uno con una y protejamos la familia.
Del mismo modo, pidió al Señor que ilumine a las autoridades para que defiendan la vida desde el momento de su concepción.
“El Señor nos ama tanto que nos ha dejado unas enseñanzas de la ley de Dios que nos dicen que el matrimonio es un sacramento maravilloso de un hombre con una mujer, para siempre y que hay que luchar para construir ese matrimonio, esa es la ley de Dios. Quien quiera al Señor de los Milagros también cuida y protege su matrimonio”, animó.
“También me dice el Señor que la familia es el lugar privilegiado para enseñar la fe, para educar a los hijos, para ayudarnos unos a otros. Por lo tanto, es normal que quienes están encargados de dar las leyes protejan a la familia, protejan el matrimonio, defiendan la vida. Un año y otro lo repetiremos: nunca seremos infieles a la ley de Dios”, prosiguió.
“Señor de los Milagros, ilumina a quienes tienen el deber de cuidar esas leyes y costumbres para que nuestro pueblo siga viéndote con esa confianza, porque protegemos la vida desde el momento de su concepción. Le decimos siempre: ¡No al aborto!, no tenemos ningún temor en repetirlo mil veces. Tu pueblo católico le dice ¡Sí a la vida!”, afirmó.
De otro lado, recordó que el Señor nos ha dejado un regalo que es el tesoro de la devoción al Señor de los Milagros, y por eso Dios está presente en el corazón de cada uno de nosotros porque somos sus hijos, a quienes espera y escucha.
“Señor, vale mucho acompañarte en la procesión, vale mucho porque mi vida y la tuya son una procesión. Vamos por este mundo desde que éramos niños, y conforme pasa el tiempo, en esa procesión, un camino de fe de niños, de jóvenes, solteros, casados, religiosos, sacerdotes; todos vamos peregrinando. Y hoy lo podemos hacer de una manera muy especial”, manifestó.
“El Señor no te quiere por lo que vales, te quiere por lo eres: su hijo, te quiere como eres. Y Él te dice: Sé humilde, acéptate; si tienes debilidades procura corregirte; si tienes momentos difíciles acude a Mí”, añadió.
En otro momento, el Cardenal Cipriani agradeció a los medios de comunicación por llevar esas imágenes a tantas familias; a la Hermandad del Señor de los Milagros y a las hermanas carmelitas por cuidar la venerada imagen; a los religiosos y sacerdotes por acercar a la gente al Señor; y a la Policía y a las autoridades por brindarle ese homenaje con cariño y respeto.
“Gracias por reconocer esa identidad de nuestro pueblo. Señor, Lima es tuya, el Perú es tuyo, cada uno de nosotros somos tuyos”, reflexionó.
Finalmente, mencionó que es un motivo especial estar reunidos como una gran familia en esta oportunidad en la cual el Señor paseará por las calles de nuestra ciudad y exhortó a que esta muestra de fe no sea solo emoción sino que sea de verdad obedecer sus enseñanzas y acercarnos a los sacramentos.
“A todos ustedes que han venido de tantos lugares, que han madrugado, que han recorrido muchísimas cuadras y que han estado esperando con tanta ilusión, que el Señor los bendiga a todos y que hoy en esta Santa Eucaristía nos acoja en su corazón y haga del Perú un país unido, fraterno, justo y honesto, un Perú en el que realmente el pueblo católico siga practicando su fe. ¡Viva el Señor de los Milagros!, ¡Viva el Perú!”, concluyó.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani, lo obispos auxiliares, Monseñores Adriano Tomasi, OFM, Guillermo Abanto y Raúl Chau; Monseñor Kevin Randall, encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Lima; así como sacerdotes y diáconos de la arquidiócesis de Lima.
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