CAMINO hacia la PRESENTACIÓN del SEÑOR | Día 9

Día 9: Jesús, salvación para todos

Pidamos por las personas de todo el mundo que aún no conocen a Jesús, para que puedan encontrarse con Él como su Salvador. También oremos por los misioneros que llevan el Evangelio a las naciones.

Oración inicial

«Señor Jesús, tú eres la salvación que Dios ha enviado para todos los pueblos. Hoy queremos abrir nuestro corazón a la universalidad de tu amor, que no excluye a nadie y busca abrazar a toda la humanidad. Enséñanos a ser instrumentos de tu luz y testigos de tu salvación en el mundo. María, Madre de la Iglesia, intercede por nosotros para que podamos llevar a Jesús a los demás con alegría y valentía. Amén.»

Cita bíblica

«Mis ojos han visto tu salvación, que has preparado a la vista de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.» (Lc 2, 30-32)

Reflexión
«Cuando Simeón vio a Jesús, reconoció que no solo era el Salvador de Israel, sino de todas las naciones. En Jesús, Dios muestra su deseo de salvar a toda la humanidad, sin importar el origen, la lengua o la cultura. Su amor es universal, y su salvación está abierta a todos los que lo buscan con fe.

Nosotros, como discípulos de Cristo, estamos llamados a ser testigos de esta salvación universal. Cada uno de nosotros puede ser una luz para los demás, mostrando con nuestras palabras y acciones el amor de Jesús. Reflexionemos: ¿Estoy llevando el mensaje de salvación a los demás con mi vida? ¿Estoy rezando por quienes aún no conocen a Jesús? Pidamos al Señor que nos ayude a ser testigos fieles de su amor en el mundo.»

Poema: Salvación para todos

Jesús, luz que brilla en la oscuridad,
salvación de todos, eterna bondad.
A los pueblos viniste a abrazar,
amor sin fronteras, gloria sin par.

Haznos, Señor, portadores de ti,
que el mundo entero te pueda sentir.
En nuestras palabras y en nuestro amor,
refleje tu luz nuestro corazón.

Propósito del día

Hoy dedicaré un momento a rezar por las personas que aún no conocen a Jesús, especialmente en lugares donde el Evangelio no es proclamado abiertamente. También buscaré compartir una palabra de fe o esperanza con alguien cercano, mostrando con mis gestos el amor de Jesús.

Oración final

«Señor Jesús, tú eres la salvación que el Padre ha preparado para todos los pueblos. Gracias por venir al mundo para abrazar a toda la humanidad con tu amor infinito. Hoy queremos abrir nuestro corazón a esta verdad, reconociendo que tu amor es para todos, sin excepción.

Enséñanos a ser testigos de tu salvación en nuestras familias, comunidades y en el mundo entero. Danos un corazón abierto y generoso, dispuesto a compartir tu luz con quienes nos rodean. Que nuestras palabras y acciones sean un reflejo de tu amor, y que podamos llevar esperanza a quienes están en la oscuridad.

Señor, te pedimos especialmente por quienes no te conocen o se sienten alejados de ti. Envía tu Espíritu Santo para tocar sus corazones y atraerlos hacia tu amor. También te pedimos por los misioneros, quienes dedican su vida a proclamar tu Evangelio. Dales fortaleza, alegría y protección en su misión.

María, Madre de la Iglesia, intercede por nosotros para que seamos verdaderos discípulos de tu Hijo, llevando su salvación a todos los rincones de la tierra. Que nuestra vida sea un testimonio vivo de su amor y de su presencia en el mundo.

Gracias, Jesús, por ser nuestra salvación y nuestra luz. Hoy renovamos nuestro compromiso de seguirte y de compartir tu amor con quienes más lo necesitan. Amén.»

Despedida y bendición

«Que el Señor les conceda la gracia de ser testigos de su salvación y de llevar su luz a todos los que los rodean. Que María los guíe siempre hacia Jesús y los acompañe en su misión de amor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.»