Camino de Cuaresma – Limosna: Silenciar las palabras
LIMOSNA: SILENCIAR LAS PASIONES
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Breve silencio para ponernos en presencia de Dios, rogando a María Santísima sea nuestra compañera y guía en este camino hacia el encuentro con su Hijo Jesucristo.
ORACIÓN INICIAL
Señor, concédenos la disposición de desapegarnos de todo aquello que nos aleja de ti. Regálanos tu Santo Espíritu para que con docilidad e infinita confianza en tu bondad y misericordia, podamos imitar a María Santísima. Que ella nos alcance la gracia de encontrar a Jesús en el silencio de nuestro corazón.
CITA
Porque has querido que nosotros, pecadores, encontremos en nuestras privaciones voluntarias un motivo para bendecirte, ya que nos ayudan a refrenar nuestras pasiones desordenadas y, al darnos ocasión de compartir nuestros bienes con los necesitados, nos hacen imitadores de tu generosidad. (Prefacio III de Cuaresma)
REFLEXIÓN
A menudo me doy cuenta lo frágil que soy, lo profunda que es la huella del pecado en mi corazón. Fácilmente me dejo llevar por las pasiones y al querer satisfacerla pienso solo en mí, olvidándome de Dios y lo que para Él significó que yo pueda un día regresar al cielo y a su amor a pesar de mi egoísmo.
Me pregunto ¿cuántas veces me he hecho propósitos que no he cumplido? ¿Cuántas veces he ofrecido sacrificios por las intenciones de quienes quiero? Y cuando me descubro incapaz de lograrlo, cuando caigo en la tentación, inmediatamente soy conducido al desánimo y a una nueva tentación: abandonar mis mejores propósitos.
Existen hábitos desordenados profundamente arraigados en el corazón. Pretender acabar con ellos de un solo golpe no es sencillo. De aquí el valor de ejercitar con constancia la voluntad, aprendiendo a ofrecer primero aquellos sacrificios que aunque parezcan pequeños me cuestan. Así, poco a poco lograré ir formando la voluntad para dominar mejor las grandes pasiones de mi corazón y podré dar gloria a Dios por su amorosa y sabia pedagogía.
En el sacrificio de mis gustos, también puedo encontrar la ocasión para ser generoso con los demás, para compartir aquello de lo que me privaré con quien más lo necesite.
Salir de uno mismo, ver al otro, acercarse a él, compadecerse de él y compartir con él; son de las acciones más eficaces contra el egoísmo. Cristo se compadeció de nosotros, salió de su Cielo y se acercó a nosotros para alcanzarnos la redención. Que esta Cuaresma sea la ocasión para conocerle mejor, amarle más y crecer en imitarle.
ORACIÓN
¿CUÁNTO?
¿Cuánto cuesta un abrazo?
¿Cuánto pesa una lágrima?
¿Cuánto alegra una sonrisa?
Depende de ti, de tu amor y tu dolor
Pon amor en tu vida
da abrazos gratis
convierte lágrimas en perlas
alarga tu sonrisa para que llegue al mundo entero
Vive, sí ¡vive!
entrega tu mano
ensancha el corazón
abre los ojos
despierta tus sueños
Volar es fácil
si de tu egoísmo te desapegas
Mi alma a Jesús
¿Cuánto vale un beso dado en silencio?
¿Una caricia que suaviza una herida?
¿Un sueño cantado con lágrimas?
¿Cuánto cuesta tu amor?
¿Cuánto pesa tu cruz?
¿Cuánto miden tus heridas, oh Jesús?
¿Cuánto, sí, dime cuánto, Señor?
Del libro Jesús a mi alma. P. Guillermo Serra L. C.
PROPÓSITO
En una hoja, anotaré dos pasiones concretas que me tengan atado. Así mismo, haré una pequeña lista de las cosas que no me son indispensables y de las que podría privarme.
Trataré de identificar cuáles de ellas se relacionan más directamente con mis pasiones y escogeré una o dos para ofrecerlas como verdadero sacrificio en esta Cuaresma, sabiendo que en todo momento Dios querrá derramar su gracia sobre mí para que lo consiga.
Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.