Benedicto XVI está estudiando permitir el adelanto del cónclave que elegirá a su sucesor. Para ello es necesario modificar una Constitución apostólica, algo que sólo puede hacer el Papa. El procedimiento sería un cambio a las normas establecidas en la Constitución apostólica «Universi Domini gregis», promulgada por Juan Pablo II para fijar las reglas del período de Sede Vacante y el cónclave.