En zona del “pueblo de estancias del Pilar”, jurisdicción de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz y San Francisco de Asís
26 de febrero de 2012
A un año de celebrada en dicho templo la primera misa por parte del Obispo, el día en que presentó al nuevo párroco de la entonces recientemente creada parroquia de “Nuestra Señora de la Paz y San Francisco de Asís”, con sede en la iglesia parroquial de San Francisco, y habiendo sido concluidas las obras litúrgicas del altar, del nuevo sagrario y otras, y también habiendo tenido la primera experiencia misional como acontecimiento parroquial, fue solemnemente bendecida la iglesia de Nuestra Señora de la Paz.
Concelebraron en la misa con Mons. Oscar Sarlinga el vicario general, Mons. Edgardo Galuppo, el pro-vicario y rector del Seminario, Mons. Santiago Herrera, el decano de Pilar, P. Oscar Iglesias, el cura párroco, P. Gabriel Micheli, el P. Guillermo Striebeck, y los Padres Florencio y Walter, de la diócesis de San Miguel.
El templo dedicado a la Virgen, en su advocación de Nuestra Señora de la Paz, ubicado en el llamado “pueblo de estancias del Pilar”, zona del antiguo “camino real”, actualmente en tierras accesibles por camino público y surcada por dos vías de ferrocarril, es la única iglesia anexa a la parroquial, si contamos con que el templo parroquial (San Francisco) que se halla en el barrio “San Jorge” en la zona llamada Carabasa, de la creciente y heterogénea geografía humana del partido de Pilar, donde las poblaciones van surgiendo a lo largo de las rutas, autopistas o caminos. Se está previendo ahora nuevas capillas y ermitas, dado el crecimiento poblacional. Por ese motivo, y con un sentido integrador de zonas cercanas geográficamente pero que hasta entonces no habían tenido contacto social, el Obispo estableció en el decreto de erección de la nueva parroquia, en febrero de 2011, que otorgaba a la nueva parroquia el territorio delimitado al Norte con Calle Tres Arroyos (antigua Ruta 8, reemplazada por el actual “ramal Pilar”) y la calle Mercedes; al Este con la ruta 34; al Sur con el Partido de Luján y al Oeste con el Río Luján, al mismo tiempo que establecía que la sede parroquial sea la iglesia San Francisco de Asís, sita en Av. San Jorge esquina Los Paraísos; Barrio San Jorge, Pilar, región creciente, aunque de clase más humilde, con algunas fábricas y establecimientos, no de carácter residencial, pero precisamente por ello más adecuada para ser el “centro parroquial” con un sentido integrador, a la manera de un compromiso por un mayor esfuerzo por generar civilización del Amor, con el que nació la nueva parroquia. El título de la Santísima Virgen se aunó al de San Francisco de Asís.
De hecho, el primer cura párroco fue presentado a los fieles el día sábado 19 de febrero de 2011, a las 20, en Nuestra Señora de la Paz, y tomó posesión canónica el día domingo 20, a las 10 de la mañana, en San Francisco de Asís. La experiencia de aunar todos esos barrios, reiteramos, de distinta procedencia y heterogéneos en lo social, han significado un esfuerzo pastoral, necesario en esta zona del Gran Buenos Aires donde el boom demográfico ha hecho de distintos núcleos de poblaciones nuevas fenómenos no fáciles de integrar; pero a la vez han constituido un desafío pastoral asumido por sacerdotes, diáconos permanentes y laicos comprometidos en la pastoral. El partido de Pilar ha sido emblemático en esta visión de la pastoral, pues de entre las seis nuevas parroquias que ha erigido nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga desde el año 2006, cuatro (4) de ellas se encuentran en el partido de Pilar, a saber: San Luis Gonzaga (Manzanares-Fátima), San Manuel Mártir (La Lonja), Nuestra Señora de Luján y San José Obrero (Zelaya) y ahora, como se ha dicho, Nuestra Señora de la Paz y San Francisco de Asís. También se han inaugurado nuevas capillas en barriadas alejadas, tales como Santa Teresa de Jesús (Barrio Río Luján-Manzanares) y Beato Ceferino Namuncurá (Centro Misional Santa Teresita, en Los Tilos-La Lonja).
Lo mismo dígase, y esto gracias al esfuerzo de sacerdotes y comunidades, acerca de nuevos salones pastorales, casas parroquiales (donde no existían) salones de catequesis, sedes de Cáritas, y otras obras necesarias de infraestructura, todo ello alimentado por la oración, la eclesialidad de la comunión orgánica y la misionariedad, puesto que sin ello no tendría fundamento ni impulso.
En la misa de bendición del templo de Nuestra Señora de la Paz (que incluyó el altar remozado y el nuevo sagrario, obra del artista Diego Curutchet) se encontraban presentes numerosos fieles del pueblo de Estancias, y también de barrios de la zona de San Francisco, junto con el grupo de jóvenes misioneros que se comprometieron con esa tarea luego de la misión de enero. En efecto, desde el lunes 2 de enero hasta el domingo 8 de dicho mes, 75 jóvenes misioneros, de entre los grupos de jóvenes menores, jóvenes mayores, a los que acompañaron padres y madres de familia de la parroquia Catedral Santa Florentina de Campana, y de otras parroquias, llevaron a cabo una Misión evangelizadora bajo el lema “Por Cristo, con Él y en Él” en los barrios Carabassa, Manantiales, Los Grillos, San Jorge y Pilar Viejo, pertenecientes a la Parroquia Nuestra Señora de la Paz y San Francisco de Asís. A dichos misioneros se unieron 10 de la parroquia, recientemente creada.
Mons. Oscar Sarlinga recordó en la homilía de la misa de bendición del templo lo que nos había dicho en su Carta pastoral en el XXXV Aniversario de nuestra diócesis de Zárate-Campana, el día de la Transfiguración del Señor de 2011, a saber, que “La Misión continental tuvo inicio en nuestra diócesis el 9 de mayo de 2009, día en que hemos celebrado las fiestas patronales diocesanas (…) y, como acontecimiento profundamente marcante, la consagración de la diócesis al Sagrado Corazón de Jesús, irradiante de Amor y de Misión. Nos encontramos muy contentos de la asunción convencida y profunda del espíritu de la misión en los corazones de los sacerdotes, diáconos permanentes, religiosos, religiosas, seminaristas, y laicado”.
Luego de hacer algunas consideraciones sobre los orígenes de la advocación mariana de “Nuestra Señora de la Paz” (que se remontan a San Ildefonso, Arzobispo de Toledo, en los inicios del año 600, y luego, también en Toledo, a la paz con los moros islámicos en cuanto a quién pertenecería el templo mayor (la catedral) luego de la reconquista por parte de los cristianos españoles, lo cual evitó un baño de sangre, gracias a la intercesión de la Virgen de la Paz y a la prudencia del rey, el Obispo Mons. Sarlinga prosiguió con la importancia de ver en la Iglesia el Cuerpo de Cristo y el Pueblo de Dios, de sentirnos parte integrante de ella y asumir nuestra misión, y agradeció a las distintas comisiones que desde el año 2002 comenzaron con la idea del nuevo templo, animados por el entonces cura párroco José Ramón de la Villa, y a los laicos que han seguido colaborando, durante la época en que el lugar todavía pertenecía a la parroquia matriz y luego también cuando se creó la nueva parroquia, tiempo en que prestaron su colaboración al párroco Gabriel Micheli y a su equipo pastoral.