Cardenal Cipriani: “Vivamos ese mundo de la fe que Dios nos ha dado”
En la primera Santa Misa del año, en la cual se celebra la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el Cardenal Juan Luis Cipriani pidió al Señor que bendiga este nuevo año fortaleciendo la dimensión espiritual y animó a los fieles a entrar en ese mundo de la fe que Cristo nos dejó.
“Pongámonos los anteojos de la fe para poder ver detrás de nuestros hijos a Dios, para poder ver detrás de la actividad de nosotros una ocasión de ayudarnos, de querernos, de perdonarnos. Recordemos que en todo lugar hay una casa de Dios, la Iglesia, en donde cada domingo el Señor nos espera. Tenemos ese alimento de la Eucaristía, que nos hace llenarnos del amor de Dios y de la vida de Cristo”, mencionó
El Arzobispo de Lima mencionó la importancia de levantar nuestra voz y tener siempre presentes los valores universales que la religión católica nos ofrece para construir el orden social justo y pacífico, en el Perú y en el mundo entero.
“Necesitamos, como sociedad y como país, proponer nuevamente a esta juventud los valores morales, éticos y espirituales; tenemos que escuchar esas voces que vuelven a hablar del matrimonio de uno con una para toda la vida, de la educación en la fe, de formar las familias cristianas, de defender la vida”, reflexionó.
Recordó también que Jesús continúa sembrando vocaciones en los corazones de los jóvenes, pero señaló que es necesaria la generosidad de las familias para responder ese llamado apoyando a sus hijos e hijas en sus deseos de seguir más de cerca el camino de la entrega a Dios.
Asimismo, pidió a los sacerdotes estar siempre atentos y dispuestos a brindar su apoyo a la juventud en su búsqueda de respuestas.
“A los sacerdotes, sepamos abrir de par en par los templos, dedicar muchas horas a la confesión, a la adoración al Santísimo, recibir con gozo y paciencia a los jóvenes cuando se acercan a pedir consejo. A todos los maestros y profesores de escuelas, siembren la semilla de la fe en esos jóvenes, en esos niños”, exhortó.
“Queremos mirar con esperanza el año que empieza para que abundantes jóvenes sepan acoger el llamado de Jesús que dice: Necesito de tu ayuda, necesito de tu santidad”, continuó.
Finalmente, su Eminencia pidió a Nuestra Madre, Santa María, que presida el 2011 y presida las familias, los matrimonios, la juventud y las vocaciones sacerdotales; y que continúe siendo la mediadora que se encuentra peregrinando al lado de su pueblo.
“Yo le pido a la Madre de Dios que en este año nuevo nos ilumine, nos proteja y obtenga, para cada uno de nosotros y el mundo entero, esa fe, esa visión cristiana de la vida; de esa manera viviremos en paz y alegres”, culminó.
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