Apacienta mis ovejas – III Domingo de Pascua

Queridos lectores y amigos:

Jesús deja clara su misión a Pedro y, en él, a toda la clerecía tras la declaración de amor en las orillas del lago: apacentar sus ovejas (Jn 21, 15-17). Punto clave en la Hoja de Ruta de la nave eclesial, tempranamente olvidado por Tripulación y Patrones.

El papa Francisco retoma con valor la encomienda de servicio y propone a los sacerdotes  “ser pastores con ‘olor a oveja’, pastores en medio de su rebaño”.

(¡Lástima que en su alocución no haya incluido a los Comandantes en jefe, máximos responsables de esta situación, aunque él sí haya mostrado signos de serlo!).

La tarea se presenta peliaguda: la estructura de la Barca de Pedro presenta serias fisuras, la curia es renuente en la sala de máquinas, y el sistema secular de gobierno se encuentra tatuado a sangre y fuego en el Puente de Mando.

Sin embargo el nuevo Pontífice –el constructor de puentes- parece haber escuchado el ruego de Cristo al de Asís: “Francisco, repara mi iglesia en ruinas”.

Una Iglesia con mayúsculas, en cuya reconstrucción está implicada la cristiandad entera… el mundo entero. Pues también en el reparto de responsabilidades algo toca a cada uno de cuantos navegamos hoy -con sobresaltos- en ella.

A todos un abrazo cordial  con sentido olor humano.

Vicente Martínez

LOS NUEVOS TEXTOS

Jn 21, 1-19.  Llegó Jesús, cogió el pan y se lo fue dando, y lo mismo el pescado. Por tercera vez le preguntó: “Simón de Juan, ¿me quieres?”

José Enrique Galarreta: Hechos 5, 27-41. “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.” La primera comunidad sufre persecución, la misma suerte del Maestro. Apocalipsis 5, 11-14. «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.»

Florentino Ulibarri: Salgamos a vivir. A encontrarnos con todos los que caminan, a gozar de la naturaleza, a disfrutar en compañía. ¡Salgamos a vivir y a amar, a encontrarnos contigo!

Mari Patxi Ayerra: No nos dejes de tu mano. Haz de todos nosotros una comunidad viva que ama, comparte, mejora y embellece la vida que tú nos has regalado.

Rafael Calvo: Experiencia pascual. La impronta que deja Jesús es la clave de la experiencia pascual de los discípulos y nuestra fe.

Fray Marcos: La Vida Dios estaba en Jesús y está en nosotros. Lo importante no es lo que pasó en Jesús, antes de morir o después, sino lo que pase en cada uno de nosotros.

José Antonio Pagola: Al amanecer. Cuando se redacta el encuentro de Jesús a orillas del lago, los cristianos están viviendo momentos difíciles de prueba y persecución: algunos reniegan de su fe. El narrador quiere reavivar la fe de sus lectores.

Enrique Martínez Lozano: Somos eficaces cuando nos vivimos como cauces. Jesús Resucitado es Presencia y Vida actuante, pero no desde fuera, sino desde nuestro interior, en esa identidad que, de fondo, compartimos.

José Enrique Galarreta: La confirmación de Pedro como pastor de la comunidad.  Los primeros testigos de la resurrección son María Magdalena y Pedro. Y de los dos consta que son pecadores y que se han distinguido en su amor a Jesús.

Leonardo Boff: El Papa Francisco ¿inaugura el tercer milenio? Surge un nuevo paradigma eclesial, con un Papa venido “del fin del mundo”. Una Iglesia como vasta red de comunidades cristianas, enraizadas en las diferentes culturas, algunas más antiguas que la occidental. Tal vez sea necesario un nuevo Concilio.

Dolores Aleixandre: Carta al Papa Francisco. La elección del Papa Francisco ha tenido un efecto balsámico para todos nosotros. Un Papa sencillo, distendido, comunicativo, afable, con sentido del humor. Nos ha pedido oraciones y las va a tener todas.

José Arregi: ¿Cárceles todavía? Hace más de dos siglos que se instauró el actual sistema carcelario, y salta a la vista que no ha cumplido sus objetivos. ¿Para qué entonces las cárceles? ¿Cuál es la razón de fondo por la que se proponen medidas de endurecimiento como la «prisión permanente revisable»?

José Ignacio González Faus: Contra el sacerdocio de la mujer. Las mujeres constituyen el estamento eclesiástico menos contaminado por el poder en la Iglesia de hoy, por ello tienen la mayor fuerza reformadora. El incluirlas ahora en el sistema jerárquico con su acceso al sacerdocio podría anular a largo plazo las posibilidades de reforma evangélica de la Iglesia.

Koldo Aldai: Todos los abrazos. Hay que abrazar toda la riqueza que nos aporta el Islam, pero también cantar la libertad para todas las mujeres que con o a pesar de su tradición están resueltas a ir en pro de sus propios destinos.

Resurrección: no somos sólo personas de carne y hueso, de psique y mente, en nosotros se manifiesta esa otra dimensión, Dios. Somos formas divinas.

Teresa Nécega y Salomé Arricibita: Cambias mi luto en danza. Evitamos llorar porque nos creemos débiles, pero las lágrimas sirven para ver a Jesús  como dice el papa Francisco. El salmo del próximo domingo reza: «cambiaste mi luto en danza».