(Desde el Cañamelar (Valencia), José Ángel Crespo Flor, texto y foto).- Dicen que lo prometido es deuda. Pues bien, nosotros no queremos estar endeudados con nadie de ahí que estemos en disposición de publicar esta oración. Una plegaria nacida físicamente del ordenador de Antonio Díaz Tortajada pero espiritualmente de su saber teológico, de su probada técnica poética pero sobre todo, de su corazón. Un corazón que no entiende cómo aún hoy, en pleno siglo XXI, alguien es capaz de tirar o dejar olvidado en un contenedor de basura este crucifijo, una de las joyas de la ‘I Gran Muestra de Cruces y Crucifijos’ que ha organizado la Hermandad del Cristo de los Afligidos en torno a uno de sus días más importantes y destacados: la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre) y que se clausurará Dios mediante, el próximo 7 de octubre, festividad litúrgica de la Virgen del Rosario.
Junto a la ‘oración-poema’ se puede ver el ‘Cristo Roto’. ¡Una verdadera joya! que no debe de perderse quien tenga interés por visionar las cosas antiguas. Un Cristo con los brazos rotos y que tiene como toda atadura, una cinta aislante negra. Un Cristo que se presenta roto, desconjuntado, con los brazos rotos y caídos pero consciente de que ante Él, la buena gente -que también la hay- se apiadará de su escabrosa figura y le ofrecerá lo quec desde la Hermandad se pide y aconseja: un beso de desagravió como sucedió el pasado 14 de septiembre, en la Misa Solemne de la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz que todos los años coordina la Hermandad del Cristo de los Afligidos.
Insisto, quien no haya apreciado esta obra de arte, porque lo es, aún tiene la oportunidad de hacerlo. La ‘I Gran Muestra de Cruces y Crucifijos del Cristo de los Afligidos’ con la que la Hermandad quiere redondear ese 125 aniversario de la primera salida pública y oficial de su Titular que aún está celebrando, continuará hasta el próximo 7 de octubre en un horario flexible: de 12 a 14 horas y de 17:30 horas a 20, siempre que no existe en la parroquia del Rosario algún acontecimiento importante -y el Tríduo en honor a la Virgen del Rosario que discurrirá del 30 de septiembre al 2 de octubre lo es- por el cual se tenga que cerrar antes.
A MI CRISTO DE LOS BRAZOS ROTOS
Por Antonio DÍAZ TORTAJADA
Sacerdote-periodista
Señor Jesús:
Cuando recojo entre mis manos
la imagen de un Cristo crucificado roto,
abandonado en un basurero
miro y contemplo este drama tuyo
que se repite día tras día en nuestra historia.
Escena de dolor y de deshonra
en que se ha cumplido algo más profundo.
Parece que precisamente allí donde se tocan
los brazos de tu Cruz están las grandes abscisas,
las grandes paralelas,
las grandes líneas constituyentes de los destinos humanos.
Hay una ley de justicia
que desde las profundidades de Dios se precipita sobre Ti,
Cristo víctima, Cristo roto, Cristo deshecho
hay una condena que desde los abismos del mal te obliga a morir.
Las dos leyes se cruzan
y en vez de neutralizarse entre sí
conspiran en precipitarse sobre Ti, Cristo de los brazos rotos
y en hacer de Ti un cordero inmolado por los pecados del mundo.
Y Tú, Cristo crucificado, tienes los brazos abiertos,
aunque rotos.
Siempre abiertos,
aunque rotos.
Pero rotos porque en la cruz
se encuentran no sólo la injusticia y el pecado,
sino también el amor.
Por nosotros y por nuestra salvación bajaste sobre esta tierra;
Tus brazos abiertos por amor por cada uno de nosotros
y nosotros los vejamos y los maltratamos,
nos burlamos de Ti y te crucificamos;
por eso estás así, mi Cristo roto y abandonado en un basurero.
Quiero dejarte así:
Con los brazos rotos
para que cuando te contemplen mis ojos
contemplen a tantos hermanos que están como Tú,
rotos, aplastados, oprimidos, mutilados…
Amén