Los discípulos preguntaron a Jesús: ¿Quién es el más grande en el reino de los cielos? Jesús llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de Dios. El que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de Dios. El que acoge en mi nombre a un niño, como este, a mí me acoge» (Mt 18,1-5; Mc 9,33-37; Lc 9,46-48).