(Desde El Cañamelar Granota, José Ángel Crespo Flor).- Alberto Contador, el mejor embajador que tiene el pueblo madrileño de Pinto ha firmado hoy su tercer triunfo en el Tour de Francia. Más no quiero fijarme en ello que, con ser muy importante, viene a demostrarnos que aún sin Indurain el ciclismo español sigue mandando y de qué manera en la mejor carrera del mundo por etapas.
Contador, enfundado de amarillo tomó la salida en la CRI totalmente convencido de que se estaba jugando su tercer triunfo en la ronda francesa. Era por lo tanto el centro de todas las cámaras de televisión. Pues bien, el de Pinto se santiguó por tres veces, no le tembló el pulso y luego agarró con fuerza su bici. ¡La suerte estaba echada!.
He querido sacar este gesto a colación porque no se va a mencionar ya que todos van a hablar y con toda la razón del mundo del sufrimiento de un gran campeón como el de Pinto para escribir su nombre por tercera vez en el palmares de la ronda ciclista francesa, sin lugar a dudas le mejor carrera del mundo por etapas y la única carrera que todo profesional del ciclismo ambiciona ganarla para incorporarla a su palmares.
Lo otro, ya se sabe. Contador agrandó su ventaja, se consolida como líder indiscutible de la carrera y hoy será coronado como el mejor en los Campos Eliseos. Pero que nadie se olvide, detrás de un campeón existe una gran persona y Alberto Contador, que padeció un ictus, tiene todo para ser un ciclistas de leyenda. En carrera es el mejor y fuera de ella se ha demostrado que es una persona de las que merecen muy mucho la pena.
Cuando muchos intentan ningunear el signo de la cruz, Alberto Contador que se sentía el centro de todas las cámaras no dudó en hacer la señal de la cruz. Y no contento con hacerla una vez lo hizo hasta tres veces. Luego … claro, impuso su fuerza, su extraordinaria clase y su enorme calidad pero yo me quedo con ese signo que a buen seguro, no saldrá nunca en los papeles. Y es que Contador como tantos y tantos deportistas extraordinarios por lo que hacen y sobre todo, por lo que consiguen tienen la obligación de ser ejemplo para los más jóvenes y mostrarse ante todos como lo que son: buenos deportistas y mejores personas. ¡Gracias Alberto Contador!.