7 de Julio – La oportunidad – Tiempo ordinario
La oportunidad es la ocasión de hacer algo,
pero hay que saber el justo momento
para aprovecharla.
La oportunidad no se presenta
en la rutina diaria, ni a quienes
ven la vida de color gris,
es como una franca sonrisa
en un rostro desconocido.
La oportunidad tampoco se presenta
a quienes la buscan afanosamente.
Y es que la oportunidad puede ser
espectacular, así como discreta y disimulada.
Por eso, la oportunidad, radica más bien,
en una cuestión de enfoque.
Es como si de pronto se te ocurriera limpiar
los cristales de los que a través de ellos ves tu vida,
y resulta que el polvo acumulado en ellos,
no te permitía ver clara y brillantemente.
Tu vida en si, es una gran oportunidad.
Quien diga, que la vida siempre está saturada
de escollos y no cambia esa manera de verla,
no se permite ver que también esta llena de oportunidades.
Hay algunas personas que solo alcanzaron a ver una,
en toda su vida, y lograron metas jamás imaginadas.
¡Se imaginan si hubieran podido ver las noventa
y nueve anteriores que ignoraron!
Eres joven, aprende a verlas y aprovecharlas.
Eres maduro, muévete, estás perdiendo el tiempo.
Eres anciano, limpia esos lentes, aun hay muchas por disfrutar.
La oportunidad es una bendición dirigida a ti
por quien te ama: tu Padre Dios.
Evangelio del día 7 de julio con el Padre Guillermo Serra
Disfruta cada día de la Palabra de Dios y compártela para que llegue a los corazones de tantos cristianos que necesitan este alimento diario.
Evangelio según San Mateo 9, 9-13
Jesús, al pasar, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos.
Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: «¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús, que había oído, respondió: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».