Tras las fiestas de Navidad ahora toca descansar
Estos días de las fiestas generaron una alteración en los ritmos del sueño. Aunque Juampi y Connie ya tienen 12 y 8 años y se aguantan quedarse despiertos, fueron días complicados. Nos acostábamos a las dos de la mañana y al día siguiente era muy difícil levantarse. Entonces, se hacía difícil dormirse temprano la noche siguiente. Teníamos alterado el sueño y no descansábamos bien.
Tengo un amigo que trabaja de noche. Para mi es inimaginable quedarse despierto toda la noche y dormir de día, me resulta como imposible y él está recontento con su horario de trabajo. Muchos hoy tienen trastornos del sueño y no pueden descansar. Es alarmante como se incrementaron la venta de los remedios y ansiolíticos para dormir en Argentina.
Hoy muchos duermen con pastillas porque no pueden conciliar el sueño. Ya no se acuerdan como era acostarse y dormirse sobre la almohada sin inconvenientes. Dan vueltas en la cama, se levantan, toman leche, luego cansados del insomnio toman la pastilla y se duermen. La excusa son los problemas, el estrés, las dificultades cotidianas. Como si hoy tuviéramos una sobredosis de problemas que nos quitan la tranquilidad.
David no tenía ese problema. No es que no tuviera problemas. Su vida fue una acumulación de contratiempos de toda índole. Pero hubo alge que siempre estuvo presente en su mente. Cualquier problema que tuviera, había algo que lo controlaba: Dios. David podía confiar que Dios estaba en el control de toda su vida. Y que nada se escapaba de su soberanía.
Aún la peor de las enfermedades, o el problema más largo y doloroso, estaba siempre bajo la órbita del control de Dios. Por eso podía descansar confiado. Porque sabía que Dios lo cuidaba.
REFLEXIÓN – Descansá tranquilo. Confiá.
“En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado.” Salmo 4:8 (NVI)
Un gran abrazo y bendiciones
Dany
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