No cambies. Te quiero
“No cambies…Te quiero tal como eres”.
Es una gran dicha escuchar estas palabras
en la boca de alguien, porque normalmente
lo que tratamos de hacer es que el otro
se amolde a nuestra imagen
y a nuestra forma de pensar.
Aceptarnos a nosotros mismos y aceptar
a los demás como son, son dos actitudes
básicas para cualquier convivencia.
Cambiar a los demás pro razonamientos
y a la fuerza, es imposible.
Es más fácil ajustarse al caminar del otro.
Esto sí está en nuestras manos.
Al aclimatarme al ambiente, a las circunstancias,
estoy preparado para encajar el pasado
tal como nos lo presentaron y mirar
el futuro con optimismo.
El pasado y el futuro nos ayudan
a no evadirnos, a centrarnos en el presente,
descubriendo el sentido de la vida en el hoy.
Dos cosas le hicieron sobrevivir
a Victor Frankle en el campo de concentración:
el deseo de reencontrarse con sus familiares
y el de publicar un libro.
Una sola cosa nos mantiene vivos:
saber que hay alguien que nos ama,
que nos comprende y nos acepta
tal como somos y que no necesita
que cambiemos para que
nos siga queriendo.
¡Qué hermoso es tener un amigo
en quien apoyarse!
“Dios, que es rico en misericordia,
por el gran amor con que nos amó,
y estando nosotros muertos por nuestros delitos,
nos dio vida por Cristo” (Ef 2, 4-5).
P. Eusebio Gómez Navarro OCD