“El catolicismo es vivir con Cristo en la Iglesia con los mandamientos, con los sacramentos”, señaló el Cardenal Juan Luis Cipriani en la Santa Misa que presidió en la Basílica Catedral de Lima el domingo 26 de septiembre, XXVI del Tiempo Ordinario.
Durante su homilía, el Cardenal Cipriani mencionó que debemos pedirle al Señor que nos enseñe a ser personas al servicio de Dios; que nos ayude a vivir con humildad, desterrando la soberbia de nuestra vida, para que nuestros pensamientos, deseos y acciones sean puros.
“Seamos hombres y mujeres de Dios, practiquemos con obras. No seamos de esa gente que dice pero no hace, que se llama católico y no es fiel en su matrimonio, que se llama católico y miente y maltrata a los demás”, exhortó.
Animó también a no buscar tanto bien material, poder ni lujos; sino buscar en nuestra alma esa actitud de obediencia, de coraje, de esfuerzo, que nos ayuda a ser hombres y mujeres de Dios.
“El humilde ve, dice la verdad, pide ayuda, busca consuelo, siempre ayuda a los demás; en cambio el soberbio es ciego, siempre quiere tener la razón, es abusivo, es muy duro al juzgar a los demás. Si no nos convertimos, hay un abismo entre nosotros y Dios.”, reflexionó.
“Seamos cristianos que siembran alegría, paz y luz. Busquemos en el fondo de nuestro corazón a aquel mendigo humilde. Pongamos en práctica esa confianza con Dios”, prosiguió.
El Arzobispo de Lima recordó que es muy importante quitar de nuestra alma el ruido de la soberbia, del egoísmo, del abuso, del poder, de la violencia; porque nos impide escuchar lo que Dios nos dice.
“Por eso, son tiempos de ser buenos católicos, fieles a la verdad en el hogar, en el trabajo, en el mundo público, en la política, en los medios de comunicación, en la enseñanza”, continuó.
Servir a los demás, condición básica de toda autoridad
El Pastor de Lima también se refirió a las elecciones municipales y regionales que se desarrollarán en nuestro país el próximo domingo 03 de octubre, y comentó que deberían ser unas elecciones que nos permitan definir quién tiene una mejor vocación de servicio por los demás.
“Que Dios nos ayude a que esta jornada electoral del próximo domingo sea verdaderamente una presencia de selección de servir, de ser una familia unida, que el que manda sea el último, el que sirve a los demás. Eso es todo lo que se pide a una autoridad”, mencionó.
“El que tiene la autoridad, que le delega el pueblo, la tiene para servir en la verdad, con honradez, para ayudar a los demás, finalizó.