Tres obispos anglicanos se pasan a la Iglesia católica



7 de enero, 2011. Una sencilla ceremonia en la catedral de Westminster de Londres fue suficiente para recibir a los tres primeros obispos anglicanos que se han pasado a la Iglesia católica. Se trata de los obispos Andrew Burnham, John Broadhurst y Keith Newton que serán ordenados sacerdotes católicos el 15 de enero.

Se trata del primer paso para la constitución de un ordinariato que también acogerá a los más de 600 anglicanos que está previsto que sigan a estos obispos en Londres.
REDACCIÓN CENTRAL, 07 Ene. 11 / 02:10 am (ACI)

El ex obispo anglicano, John Broadhurst, señaló que espera el día de su ordenación como sacerdote católico el próximo 15 de enero con «emoción y trepidación» dedicándose al estudio del derecho canónico de la Iglesia en la que fue recibido el primer día de 2011.

En entrevista telefónica concedida a ACI Prensa este 5 de enero, Broadhurst comentó que este miércoles «prácticamente hemos pasado revista a todo el código». Sus clases comenzaron el año pasado y seguirán incluso después de su ordenación como presbítero católico.

Junto con este nuevo miembro de la Iglesia Católica, otros dos ex obispos anglicanos, Andrew Burnham y Keith Newton, renunciaron a esa denominación el 31 de diciembre para ingresar a la Iglesia Católica el 1 de enero de este año en una Misa en la Catedral de Westminster.

En su opinión, el gesto del Papa Benedicto XVI a través de la constitución apostólica Anglicanorum coetibus -que establece el proceso para que los anglicanos puedan volver a la comunión con la Iglesia Católica- es algo «que no tiene precedentes».

«Es una forma completamente nueva de lidiar con los problemas de la gente que está fuera de la Iglesia Católica y que desean la reconciliación».

En referencia al ordinariato –estructura católica para los anglicanos conversos establecida por el Papa– en Inglaterra y Gales, Broadhurst señaló que «tenemos que ponerlo en marcha porque es una tarea trascendental». También estimó que esta institución permitirá que haya muchos más conversos ya que «hay muchos que están interesados».

Broadhurst dijo además que los anglicanos que están ingresando a la Iglesia conocen bien la doctrina católica y que le parece muy poco probable que algo pueda hacerlos «decidir volver».

«Creo que no se puede asumir que los anglicanos de la mayoría de tradiciones no están familiarizados con la enseñanza de la Iglesia Católica en cuanto a los temas fundamentales. Es decir, no creo que haya problemas con la fe. No veo que eso ocurra».

Él y sus compañeros ahora ex anglicanos se acercan a sus nuevas vidas como católicos «con emoción y trepidación».

Los tres ex obispos anglicanos serán ordenados diáconos el próximo 13 de enero y sacerdotes el día 15, según señala un comunicado de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales. Adicionalmente, otros dos ex obispos anglicanos retirados, Edwin Barnes y David Silk, serán ordenados «en su debido momento».
Esta mañana el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, aceptó la renuncia de tres obispos extra-territoriales [obispos que realizaban su ministerio para los anglo-católicos que rechazaban la ordenación de mujeres] de la Iglesia de Inglaterra y dos obispos retirados en lo que es un importante desarrollo en el movimiento hacia el establecimiento de un Ordinariato en Gran Bretaña.

El Reverendo Andrew Burnham, obispo de Ebbsfleet; el Rev. Keith Newton, obispo de Richborough, y el Rev. John Broadhurst, obispo de Fulham; junto con los Rev. Edwin Barnes, emérito de Richborough y el Rev. David Silk, auxiliar emérito de Exeter, publicaron una declaración anunciando su renuncia.

El obispo católico Alan Hopes, auxiliar de Westminster, dijo: «Damos la bienvenida a la decisión de los obispos Andrew Burnham, Keith Newton, John Broadhurst, Edwin Barnes y David Silk de entrar en la comunión plena con la Iglesia Católica a través del Ordinariato para Inglaterra y Gales, que será establecido según las provisiones de la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus».

Declaración de los obispos renunciantes:

Como muchos otros en la tradición anglo-católica, hemos seguido en la oración y el anhelo el diálogo entre los anglicanos y los católicos, el proceso denominado ARCIC. Nos ha afligido ver cómo anglicanos y católicos se han alejado, en los últimos treinta años, en distintos temas, y particularmente nos ha consternado ver distintos desarrollos en asuntos de fe y orden en el anglicanismo que, creemos, son incompatibles con la vocación histórica del anglicanismo y la tradición de dos mil años de la Iglesia.

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