Sube a 643 número de muertos a causa de cólera en Haití

(La Noticia en ‘Pueblo en Linea’).- Según Xinhua, la gente en Haití sigue enfermando y muriendo por causa del cólera, y las autoridades revelaron el día 10 que el número de víctimas mortales aumentó a 643 y los ingresados aquejados por la enfermedad ya superan los diez mil.

El Ministerio de Salud Pública de la empobrecida nación caribeña dio a conocer las nuevas cifras sin la esperanza de que por el momento puedan controlar el brote que comenzó en dos departamentos (provincias), pero que se ha extendido a otras zonas.

Por ejemplo, en la capital haitiana, destruida por el terremoto del pasado enero, las autoridades reportan 42 decesos. En el barrio más poblado, Cité Soleil (en la periferia norte de la capital), los habitantes comenzaron a sufrir los embates de la mortífera enfermedad.

Reportes procedentes hoy de Puerto Príncipe indican que la población teme que la situación empeore en los próximos días, debido a las condiciones propicias creadas por las aguas de Tomás para que el virus ataque en las zonas más pobladas.

EL MARÍTIMO Y, EN PARTICULAR, EL CAÑAMELAR SABE BIEN CÓMO SE LAS GASTA UNA EPIDEMIA DEL CÓLERA

(Desde El Cañamelar y el Rosario, parroquia del arciprestazgo san Pío X, José Ángel Crespo).- Desde la Hermandad del Cristo de los Afligidos que, precisamente está conmemorando este año de 2010 el 125 aniversario de la primera salida oficial y pública de su Titular, el Cristo de los Afligidos, – salida que se debió al cólera que padeció Valencia en 1885- se desea hacer un llamamiento a todas las autoridades del mundo para que aúnen esfuerzos y no demoren, con falsas expectativas y reuniones largas e infructuosas, las ayudas que necesita el pueblo de Haití que ve, con impotencia, como cada día el cólera hace más estragos y son más las gentes que perecen víctimas de esta epidemia que allí es mortal.

Fuentes del colectivo semanasantero indicaron a este blog que «poco es lo que nosotros podemos hacer. Es tanto lo que hay que hacer que prácticamente se puede decir que cualquier ayuda, por importante que sea, se convierte en escasa o nulas dada la gravedad de la situación. La reacción tiene que ser global, de todos los países y la reacción no debe de hacerse esperar tiene que ser rápida tanto que mañana es tarde de ahí que desde la Hermandad se genere este intento de llamar la atención de los que tienen la obligación de ayudar. Por nuestra parte sólo podemos prometer oraciones, rosarios, intenciones de misa o este padrenuestro que transcribimios a continuación y que es obra del sacerdote, periodista y poeta valenciano Antonio Díaz Tortajada

PADRENUESTRO ANTE LA ENFERMEDAD

Por Antonio DÍAZ TORTAJADA

Sacerdote-periodista

Padre nuestro,

Señor del cielo y la tierra

en cuyas manos está la salud y el remedio,

la muerte y la vida,

y para que se conserven los hombres en ella,

y sanen de todas sus enfermedades,

no solo pusiste tantas virtudes

en las yerbas y plantas para curarlas

sino que pusiste a tus santos ángeles

como especiales abogados,

contra tantas y tan diversas enfermedades,

como a las que vivimos sujetos los hombres.

Ayúdanos a ver que la enfermedad

tiene una parte muy importante en nuestra vida.

Ella nos ayudará a ser plenamente

las personas que tú quieres que seamos.

No permitas

que perdamos o desperdiciemos

lo que tú quieres hacer con nosotros

para hacer completa nuestra vida en esta tierra

y para preparar nuestra vida contigo en el cielo.

Perdónanos, Señor,

por todas las veces que te hemos fallado,

por nuestros fallos

contra nosotros mismos y los demás.

Al mismo tiempo,

perdónanos a todos los que nos han fallado

de alguna manera y nos han herido.

Ahora no podemos orar de la manera que quisiéramos.

Estamos doloridos, cansados y confundidos.

Te pedimos que aceptes cada respiro nuestro

como un acto de amor y de confianza en Ti.

Tú eres nuestro Salvador.

Queremos descansar sobre tu amante corazón

en la seguridad y en la paz,

como un niño en los brazos de su padre.

Sabemos que tú no nos abandonarás jamás.

Te amamos, mi Señor,

y quisiéramos amarte con todo nuestro corazón

Líbranos ahora y siempre en Haití, en Asia o África

de todo contagio y epidemia

como libraste a los afligidos vecinos

del Cañamelar y Pueblo Nuevo del Mar.

No solo Señor te pedimos

nos libres de las enfermedades

que amenaza a los cuerpos,

sino también de las que matan las almas.

Amén.

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