SENEGAL

Población: 13.261.000 h.
IDH: 0,459

 

Pateras de ida y vuelta

24 PaterasLa patera se mecía bien sobre unas olas que parecían cansadas; para Amoud era una velocidad demasiado lenta. El agua y la comida calculado antes de la partida fue bien administrado y llegarían a la costa sin problemas, eso no era un problema. Su ansia por llegar le hacía mal compañero de ruta, siempre mirando hacia atrás. Amoud cargado de deudas huía de sus acreedores, violentos, sin conciencia, capaces de cualquier cosa por el dinero. Se intuía la costa pero por el momento no se dejaba ver, destino y punto final para muchos problemas.–
–He trabajado duro, ya lo sabe. Hasta la fecha he pagado cuando correspondía, deben darme un poco más de tiempo–. Pero no, ni un aplazamiento, ni una consideración como respuesta. Asustado, sin nadie a quien acudir, tomó los pocos ahorros que guardaba y consiguió plaza en el pobre bote.
Una década atrás, Amoud recogió de su madre el dinero de la tontine –el sistema de ahorro entre familias del Senegal que cada mes hacen un depósito en un fondo común, que rotatoriamente, sin necesidad de devolverlo, se entrega a una de ellas para su mayor necesidad o proyecto–. Y partió, también en patera, hacia España, donde confiaba conseguir trabajo y estudios.
Así fue los primeros años, empleado en la construcción las cosas marcharon bien, muy bien, y con sus ahorros puestos en un “banco moderno” éstos les dijeron: compra, compra, que te prestamos lo que te falta.
La crisis del sistema capitalista en España empezó su desmoronamiento, precisamente por el sector de la construcción… que implicó a los bancos… que miserables, no aceptan la casa de Amoud como forma de pago de la hipoteca. Le dicen que ahora ha perdido valor.
–¿Valor? Pero si su espacio es el mismo, sus techos cubren por igual, da cobijo como hasta ahora. ¿Ha perdido valor? Y en mi, no confían. En eso piensa esperando atracar en Senegal, de vuelta a casa, arruinado pero seguro de encontrar solidaridad y menos usurería.
Porque la violencia bancaria no está penalizada. Sus penas en cambio, se penalizan. Y tiene que huir.

Gustavo Duch

 

Nuestra forma de ahorrar
Ahorrar dinero es bueno, siempre que las cantidades guarden una proporción razonable con nuestras necesidades futuras (acumular en exceso mientras otros carecen de lo necesario es muestra de avaricia e insolidaridad). Pero ¿sabemos lo que hacen los bancos con nuestros ahorros? Precisamente, buena parte de la crisis económica que vivimos es debida a que entidades financieras han utilizado los ahorros de sus clientes para operaciones de riesgo, que han terminado arrastrando las economías de muchos países.
Nos duelen e indignan las prácticas de algunos bancos (por ejemplo, ante los desahucios), favorecidas por una legislación que los privilegia. Nos preocupa la falta de transparencia del comercio de armas y nos han dicho que hay bancos que tienen parte en ese comercio. Sabemos que bancos españoles tienen posiciones en paraísos fiscales y que defraudan a Hacienda… ¿No serán, tal vez, los mismos bancos en los que tenemos nuestros ahorros?
Como ahorradores podemos y debemos decir: “¡no con mi dinero!”

 

¿Qué podemos hacer (o dejar de hacer)?
Buscar y contrastar informaciones…
• Pedir una entrevista con el director de nuestra sucursal bancaria para hablar de todo esto.
• Depositar al menos una parte de mis ahorros en una entidad de banca ética.
• Comprar 1 acción de los bancos Santander y BBVA y delegar nuestra voz y voto en la campaña BBVA/Santander sin armas.
Y todo esto más allá de la mera satisfacción de conciencia personal. Con nuestra denuncia estamos cambiando el mundo.

 

Llegó el tiempo de dar el galardón a tus siervos, los profetas, y a los santos y a los que temen tu nombre, y de arruinar a los que arruinaron la tierra. (Ap 11, 18)
¡Que llegue, Señor, ese día en que se arruinen los que arruinan la tierra!

 

Para profundizar
Banca ética y cooperativas de servicios financieros en España:
– Triodos Bank
– FIARE
– Coop57
– Oikocredit
Asociación FETS-Financiación Ética y Solidaria
Blog y libro “Dinero y conciencia. A quién sirve mi dinero”. Joan Melé.
Campañas BBVA sin armas / Santander sin armas

 

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