Reflexión en el mes del rosario de Monseñor Héctor Aguer

Reflexión en el mes del rosario

En el fin de semana en que cientos de miles de jóvenes peregrinan al Santuario Nacional de la Virgen de Luján, Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, dedicó su reflexión televisiva semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), a destacar que este mes de Octubre es el Mes del Rosario y explicó detalles los dos aspectos de “esta oración íntimamente personal y el comunitario” que muestran “el carácter propiamente eclesial de esta oración”.

Exhortó a “tomar en mano el Rosario, especialmente en este mes de octubre y pedirle a la Santísima Virgen que nos ayude a percibir sus frutos. Es también el Rosario una oración apropiada para la peregrinación. Pensemos afectuosamente en los cientos de miles de jóvenes que ahora están caminando rumbo a Luján; muchos de ellos rezarán el Rosario durante la marcha; acompañémoslos con nuestras oraciones”.

Recordó que el 7 de octubre es la fiesta de Nuestra Señora del Rosario por eso “el mes de octubre ha sido considerado, tradicionalmente en la Iglesia, como el mes del Rosario”. Agregó que “los Papas” la definieron “como plegaria evangélica” porque “las oraciones que se rezan en el Rosario están y están inspiradas en el Evangelio, sacadas del Evangelio. Son el Padrenuestro, que nos enseñó Jesús, y el Avemaría. Pero también porque el Rosario contiene la meditación, la contemplación de escenas evangélicas, que son los misterios de la vida de Jesús”.

El prelado platense consideró que “es bueno”, en este mes, repasar “las características del Rosario y cuál es su valor en la vida cristiana”. Y afirmó que “se trata de una oración vocal, una oración de alabanza y de súplica. Pero oración vocal no quiere decir mecánica repetición de fórmulas… El alma del Rosario es la contemplación de los misterios… Podemos decir que en el Rosario, en unión con María, nosotros meditamos los principales misterios de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús”

Luego destacó que “tradicionalmente hay tres series de misterios en el Rosario” que son “los Misterios Gozosos que se refieren a la Encarnación, nacimiento e infancia de Jesús; los Misterios Dolorosos que contribuyen el primer panel de la Pascua del Señor, la Pasión y el sacrificio de la Cruz; y finalmente están los Misterios Gloriosos que celebran el triunfo del Señor y de su Madre porque culminan en la Asunción y la Coronación de María como efecto de esa Pascua gloriosa de Jesús. Nos abren a la esperanza del cielo”.

Mons. Héctor Aguer de inmediato explicó que “hace unos años se añadió una cuarta serie: los Misterios Luminosos. Y es interesante esto porque los Misterios Luminosos vienen a completar el panorama evangélico del Rosario. Son el Bautismo de Jesús en el Jordán; las Bodas de Caná, con la intervención fundamental de María (el cambio del agua en vino, que es una imagen eucarística); la Predicación o Anuncio del Reino de Dios con Jesús llamando a la conversión; la Transfiguración en el Tabor y por último la Institución de la Santísima Eucaristía”.

Finalmente consideró “interesante advertir que el Rosario abarca todo este panorama, exterior e interior, de la oración cristiana. Es una oración, en cierto modo, íntima, personalísima. Uno la puede rezar en secreto, podríamos decir; pero es también una oración comunitaria, una oración para rezar en familia, por ejemplo. Recuerdo un viejo slogan que decía “la familia que reza unida permanece unida” y se usaba ese dicho en la transmisión radial del Rosario. Vale para una comunidad también; si reza unida permanece unida”.

Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Amigos es un gusto encontrarnos cada semana aquí en Claves. Hoy quiero hablarles sobre algo que tal vez algunos conozcan y es que el próximo 7 de octubre es la fiesta de Nuestra Señora del Rosario y, a causa de eso, el mes de octubre ha sido considerado, tradicionalmente en la Iglesia, como el mes del Rosario”.

“Por eso deseo hablarles hoy de esta plegaria que ha sido calificada por los Papas como plegaria evangélica. ¿Por qué plegaria evangélica? En primer lugar podríamos notar que las oraciones que se rezan en el Rosario están y están inspiradas en el Evangelio, sacadas del Evangelio. Son el Padrenuestro, que nos enseñó Jesús, y el Avemaría. Pero también porque el Rosario contiene la meditación, la contemplación de escenas evangélicas, que son los misterios de la vida de Jesús”.

“Por eso es bueno que, con ocasión de este mes, repasemos cuáles son las características del Rosario y cuál es su valor en la vida cristiana”.

“En primer lugar se trata de una oración vocal, una oración de alabanza y de súplica. Pero oración vocal no quiere decir mecánica repetición de fórmulas. Es decir hablar, hablar, hablar mientras la cabeza va por cualquier lado. Es una oración vocal de alabanza y de súplica que se refiere a algo más profundo, más interior, que es lo que podríamos llamar el alma del Rosario”

“El alma del Rosario es la contemplación de los misterios. El Rosario es también una oración contemplativa. Podemos decir que en el Rosario, en unión con María, nosotros meditamos los principales misterios de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús”.

“Tradicionalmente hay tres series de misterios en el Rosario. Ellos son los Misterios Gozosos que se refieren a la Encarnación, nacimiento e infancia de Jesús; los Misterios Dolorosos que contribuyen el primer panel de la Pascua del Señor, la Pasión y el sacrificio de la Cruz; y finalmente están los Misterios Gloriosos que celebran el triunfo del Señor y de su Madre porque culminan en la Asunción y la Coronación de María como efecto de esa Pascua gloriosa de Jesús. Nos abren a la esperanza del cielo”.

“Pero hace unos años se añadió una cuarta serie: los Misterios Luminosos. Y es interesante esto porque los Misterios Luminosos vienen a completar el panorama evangélico del Rosario. Son el Bautismo de Jesús en el Jordán; las Bodas de Caná, con la intervención fundamental de María (el cambio del agua en vino, que es una imagen eucarística); la Predicación o Anuncio del Reino de Dios con Jesús llamando a la conversión; la Transfiguración en el Tabor y por último la Institución de la Santísima Eucaristía”.

“Entonces, es interesante advertir que el Rosario abarca todo este panorama, exterior e interior, de la oración cristiana. Es una oración, en cierto modo, íntima, personalísima. Uno la puede rezar en secreto, podríamos decir; pero es también una oración comunitaria, una oración para rezar en familia, por ejemplo. Recuerdo un viejo slogan que decía “la familia que reza unida permanece unida” y se usaba ese dicho en la transmisión radial del Rosario. Vale para una comunidad también; si reza unida permanece unida”.

“Esos dos aspectos, el íntimamente personal y el comunitario muestran, en todo caso, el carácter propiamente eclesial de esta oración. Mi exhortación es hoy, por eso, tomar en mano el Rosario, especialmente en este mes de octubre y pedirle a la Santísima Virgen que nos ayude a percibir sus frutos. Es también el Rosario una oración apropiada para la peregrinación. Pensemos afectuosamente en los cientos de miles de jóvenes que ahora están caminando rumbo a Luján; muchos de ellos rezarán el Rosario durante la marcha; acompañémoslos con nuestras oraciones”.

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Desde ya mucho agradecemos la difusión de este material de prensa (de ser posible, la mención de la fuente)…Muchas Gracias y aprovecho para hacerle llegar mi más cordial saludo y gratitud… Afectuosamente…

HECTOR TITO GARABAL
Conductor y Director
“Claves para un Mundo Mejor”