Rafa Lozano iba a ser abortado, pero sacerdote dijo a su madre: «Ese hijo dará sentido a tu vida»

Rafa Lozano nació en Las Palmas en diciembre de 1969, pese a que era un hijo no deseado por su padre que presionó para que fuera abortado pero, como cuenta él mismo, su madre «tuvo la suerte de tener cerca un sacerdote que le explicó que ese hijo que esperaba daría sentido a su vida». Cursó Empresariales y empieza a trabajar en el movimiento pro vida a los dieciocho años. Desde 2005 dirige los proyectos del Foro Español de la Familia, del que actúa como portavoz ante los medios. Está casado con Lola y es padre de seis hijos, tres en el cielo. Aunque era católico y se creía un buen cristiano y ahora reconoce que vivía la fe de manera mediocre, tuvo un encuentro personal con Cristo en Medjugorje y su vida quedó totalmente transformada. De su testimonio de vida y de su conversión habla en el programa «No es bueno que Dios esté solo», dirigido por Gonzalo Altozano, en Intereconomía TV, que puede visualizarse en el vídeo. El relato de su experiencia vital parte del momento de su concepción y de como nació pese a no ser deseado:
-Digamos que Dios escribe derecho con renglones torcidos y Él se empeño que así fuera. A pesar de ser una situación complicada en el año 1969. Mi madre si tenía una fe. En esos momentos pasaba por unos momentos convulsos pero tuvo la suerte de tener cerca un sacerdote que le explicó que ese hijo que esperaba daría sentido a su vida. Que no tenía que quedarse en el hoy sino pensar en el mañana. Y tuvo la valentía de seguir adelante contracorriente, dejar el trabajo, cambiar de lugar y apostar todo a una carta y esa carta soy yo.
Tengo vaguísimos recuerdos de mi padre. Luego le busqué yendo a Madrid, a partir de unos datos que me llegaron a través de una carta, y tirando de los hilos me encontré con una persona que se llamaba como él, que era un hijo suyo, o sea un hermano mio. Fue una situación de lo más surrealista. Él nos contó a mi, a mi esposa Lola y a Jesús Poveda, que hizo un poco de enlace, como había sido su historia y cosas muy bonitas para mi. Además descubrí como tenía en común una serie de rasgos, de gestos, de cosas heredadas genéticas, como el mover las manos o expresiones de la cara. Este encuentro vino a poner un punto y seguido en mi vida y en de mi madre. Fue una respuesta que nos regalaron desde el cielo a una serie de interrogantes que teníamos abiertos y que no habíamos tenido ocasión de cerrar.
El mismo sacerdote que apoyo a su madre cuando estaba todavía embarazada le dijo a ella también que «antes incluso de la Creación Dios ya tenía planes para mí», contó en otra entrevista Rafa lozano. Por eso Gonzalo Altozano le pregunta: ¿Y usted cuándo supo en qué consistían?
– Como soy muy cabezón los voy descubriendo al cabo de los años, con el paso del tiempo. Al principio es algo que te cuentan que esta muy bien, pero poco a poco lo vas descubriendo. Y algunas personas necesitamos tropezarnos una y otra vez para irlo descubriendo. Y yo ha sido en estos últimos años donde lo he ido viendo a base de ir perdiendo cosas materiales: mis empresas, de ir a la ruina, de perder una serie de cosas, de tener que venirnos a Madrid con una mano delante y otra detrás.
Después de haber tenido unas empresas que iban muy bien en Canarias llega un momento en que te das cuenta que Dios está llamando a tu puerta y te esta diciendo: «el mayor tesoro lo tienes en casa, lo tienes en tu familia y eres rico, eres muy rico». Para mi ha sido ir descubriendo a mi esposa, a cada uno de mis hijos, y a que todo ese regalo, esa riqueza, que es el amor de Dios lo tenía ya en casa, pero simplemente yo estaba mirando para otro lado.

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