Magisterio y matrimonio

de Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de las Casas

El viernes 17 de junio, los miembros del Consejo Interreligioso de Chiapas nos reunimos con el Presidente del Congreso de Chiapas, Lic. Eduardo Ramírez, y con alguno más de los diputados locales, para expresar nuestra palabra sobre el movimiento magisterial y sobre la iniciativa del Presidente Enrique Peña Nieto en cuanto a los mal llamados “matrimonios igualitarios” y la posible adopción de niños por parte de dichos “matrimonios”.
En cuanto al movimiento magisterial, le expresamos:
  1. Apoyamos la petición del magisterio de un diálogo con el gobierno federal, para que sean escuchadas sus peticiones, sus demandas y sus exigencias, sin que por ello estemos de acuerdo con los desmanes que se han cometido.
  2. Le pedimos que ejerza sus buenos oficios para insistir, junto con el gobierno estatal, en que se les abra un espacio para dialogar, pues eso es democracia. Pueden quizá no ser atendidas todas sus peticiones, porque pudieran no ser adecuadas, pero tienen derecho a ser escuchados. De lo contrario, no vemos cómo se puede abrir un canal de solución a este conflicto, que está afectando mucho a la sociedad chiapaneca.
  3. Reiteramos que no estamos de acuerdo con las acciones violentas que se han generado, ni con los daños a terceros que se han provocado, aunque estamos conscientes de que algunas de esas acciones han sido realizadas por personas ajenas al magisterio.
El Lic. Eduardo Ramírez nos dijo que ha ofrecido a los líderes magisteriales locales ser un puente para hacer llegar sus peticiones al gobierno federal, pero lo han rechazado. Le dijimos que hay que seguir insistiendo en este camino del diálogo, que es lo propio de una sociedad democrática.
En cuanto a la iniciativa del Presidente Peña Nieto, le expresamos, entre otras cosas, lo siguiente:
  1. La familia es la unidad fundamental de la sociedad y ello incide en el desarrollo de los individuos y de los pueblos. La actual crisis social en México, el mayor número de divorcios y el aumento de madres solteras proviene, entre otras cosas, del  desquebrajamiento de las familias.
  2. El matrimonio conformado por un hombre y una mujer debe ser considerado como una institución fundamental y no como una preferencia personal de tipo sexual. Esta convicción está afianzada en nuestra fe, pero tiene un fundamento en la misma naturaleza humana. Eso no es homofobia, no es desprecio a quienes piensan en forma diferente, ni cuestión de creencias; es respeto a la naturaleza humana.
  3. Mostrar voluntad y encontrar otras formas legales para proteger los derechos de las minorías, sin vulnerar la naturaleza de la familia. Si dos personas del mismo sexo quieren cohabitar, son libres de hacerlo, aunque nosotros no lo aceptamos moralmente. Se les pueden llamar “bodas igualitarias”, “convivencias maritales”, “uniones en sociedad conyugal”, “sociedades en convivencia”, o de otra forma, pero no “matrimonios”, pues no lo son. Proteger derechos de los que tienen otras preferencias sexuales, como compartir sus bienes y asegurar herencias, se puede lograr con un simple convenio entre personas, de cualquier sexo.
El Lic. Eduardo Ramírez nos escuchó atentamente y nos dijo que seguirá escuchando a las diferentes voces sobre estos temas, compartirá con sus compañeros diputados lo que le expresamos y, en su momento, tomarán las decisiones que les competen.
Quienes expresamos estas posturas somos los obispos de Chiapas, más los líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Iglesia Presbiteriana, Iglesia del Nazareno, Iglesia Bautista, Iglesia del Buen Pastor y otras que se han asociado a esta nuestra postura.
Última modificación:
2016-Junio-20 15:59

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